Donosti( sala Arkaitzpe)

La sala era tan o más triste que cualquier otro día. Agradecía que por hoy hubiera terminado con su turno, no se sentía mal haciendo lo que hacía, ni mucho menos, le gustaba ver el poder que podía tener durante esos minutos sobre los clientes que miraban el espectáculo cómo perros en celo. Siempre le gusto esa parte de su trabajo así como aborrecía el hecho de que al terminar ese poder desaparecía por completo al ver cómo lo que hasta hacía segundos eran animales descerebrados se convertían en hombres prepotentes y con aire de superioridad. Con lo fácil que era para ella mantenerlos donde quería.

Dejo resbalar sobre ella la escueta bata que la cubría para darse un largo baño, agradeciendo el que ella si dispusiera de esas comodidades, en el que no tenía pensado estar menos de media hora. Era de las pocas cosas que siempre había disfrutado y de las que tan solo en contadas ocasiones podía disfrutar.

Estirada completamente, cubierta por la espuma y disfrutando de una buena copa de vino se sentía en el paraíso. Estaba completamente relajada dejando a su mente bagar libremente por los recuerdos de el día y algún que otro recuerdo más lejano haciendo que lentamente fuera sintiendo el peso del cansancio de un día ajetreado.

En el momento en el que aparecían que por fin se quedaría dormida una nueva serie de imágenes aparecieron en su cabeza, debería estar acostumbrada a ellas pero en momentos tan tranquilos cómo estos conseguían que perdiera la tranquilidad.

En ella podía ver lo que eran los restos de lo que en algún momento fuera un apartamento de lujo, muchas cosas estaban tiradas en el suelo completamente destrozadas. Un cuerpo, al que rodeaba algo de sangre, yacía en el suelo mientras que en el suelo y alejando se de él un rastro de sangre marcaba la huida de algo más. Algo que tras un segundo pudo reconocer cómo una persona se apañaba aduras penas sobre el marco de una puerta, este tampoco parecía haber salido muy bien parado.

Durante lo que fue una milésima de segundo el hombre giro la cabeza para mirar justo a la dirección en la que se encontraba el subconsciente de Ilargi.

Asustada se agito en la bañera resbalando dentro de ella y sacándola de la visión,

-Eso no ha sido normal, jamas había sentido que alguno de ellos puediera verme.

Fede, Gabriel y los demas por fin llegarón a donde estaba el piso de la chica.
-Es aqui?-
Pregunta cortante Gabriel, Mariela solo asintió con la mirada.
-Ahi alguien en casa?-
Pregunta mientras toca la puerta con fuerza.

*No lo puedo creer... mariela... tratar de matarnos... tiene bastante sentido... luego de encontrar a mi padre el murio, y ahora con Gabriel... pero... porque no me ha hecho daño a mi... acaso quiere dejarme para el final... o acaso querra que yo sea su verdugo... no entiendo nada*
[[Fede paso todo el viaje sin dirijirle la palabra a nadie hasta que lelgaron a la casa de la persona que habia dejado a gabriel en esas condiciones]]
*No se que habilidad tenga... pero no creo estar en condiciones para usar todo mi potencial y no creo que Gabriel tambien pueda*
-No golpes Gabriel... puede estar esperandos... pidele a Mariela que te diga si esta dentro... si esta dentro yo derrumbare la puerta...-
[[obviamente Gabriel no me oyo y toco la puerta]]
*Mierda... esta vez mantendre mis sentidos alerta...*
-Arthur quedate aqui atras y pase lo que pase no trates de ayudar esto se puede volver MUY peligroso-

Con la agitación del momento salio de la bañera colocándose una bata limpia, pero no más larga. Aún estaba sorprendida e intrigada con lo que había pasado y era incapaz de dejar de recordar el rostro de ese hombre y por que le había estado mirando, por que tras pensar en ello unos minutos esa había sido su conclusión, la había visto.

Unos fuertes golpes llamaron su atención, quien podría ser aquel que llamaba a la puerta en el local ya no quedaba nadie salvo el chico de seguridad y ella misma. A menos de que fuera otra vez el tipo que desde hacía unos días no dejaba de molestarla.

La ultima vez logro esquivarlo de chiripa y no confiaba poder volver a hacerlo, por lo que tomando la salida que estaba escondida en la habitación decidió salir de allí.

No se cambio al salir y por consecuencia el cambio de temperatura la hizo estremecerse, aunque agradecía que su casa no estuviera muy lejos, no tardaría nada en llegar.

Gabriel se estaba desesperando, fue entonces cuando escucho las palabras de Fede.
-Cierto, Mariela.. dime si esta ahi dentro-
La chica se concentró y dijo que salia por una calle cerrada por detras.
Gabriel se lo pensó, ¿sabría la chica que irian por ella?.. si era tan poderosa, ¿porque huía?.
-Muy bién sigamosla-
Los 4 tomaron paso veloz.. Mariela los guiaba, no era que le gustara la ídea pero no podía hacer nada mas.

Por fin llegarón hasta donde estaba la mujer, le alcanzarón con un atajo que Mariela había sacado.
Gabriel miró a la chica la cual solo traí una toalla puesta.
-Y esto?... porque andas desnuda?-
La mujer le atrajo desde el principio.

Se notaba algo intranquila, no sabía muy bien el motivo pero no era capaz de sentirse segura, lo mejor sería llegar cuanto antes a su casa, acelero el paso con la necesidad de estar ya en su casa.

Cuando por fin llego al portal de su casa al sacar las llaves estas se le calderón, al recogerlas nuevamente vio la cara de ese chico. Estaba recorriendo junto a otras 3 personas el mismo camino hasta dar con ella misma.

Asustada, dejo las llaves donde estaban y salio por la otra parte del callejón hasta la vía principal, para su suerte en esos momento pasaba un coche de policía que paro a gritos. Una vez explicada la situación los policías la montaron en el coche patrulla camino a la comisaria.

Gabriel vió que la chica se iba en la patrulla, lo menos que quería era un escandalo así que no hizo nada.
-Dedusco que no es la mala, ya que si fuera así no huiría-
gabriel miró al frente.. como caido del cielo estaba un hotel, era de rango medio pero conforme a las circunstancias el joven Uzkategi no estaba dispuesto a gastar su tiempo en buscar un hotel de clase alta.. ademas estaba cerca de la casa de la chica.
Ya dentro de la habitación del hotel, el joven Uzkategi se tiro a la cama y hablo.
-Supongo que hasta mañana volvera.. el miedo no la dejara volver hasta sentirse segura.. Mariela-
Le miro fijamente y Mariela quito la mirada.
-estaras al pendiente de su regreso-
La chica escucho el mandato, tratando de resistirse.. pero ya no podía.. su mente ya no estaba bien como para resistir tanta persuasión.

Al dejarla en la comisaria Ilargi llamo por teléfono a Ekaitz, la única persona en la que ahora mismo confiaba, para que la fuera a buscar.

Sé sentó en uno de los bancos de a entrada agradecida de que los policías le dejaran unos pantalones para ponerse y así no pasar frió, pues la temperatura no era muy agradable.

El tiempo que le llevo la espera estuvo pensando en ese chico, era la segunda vez que lo veía en su cabeza, y siempre le dejaba una sensación extraña en ella. No podía decir que le inspirara miedo, pero por alguna razón tampoco seguridad, era algo raro que era incapaz de reconocer.

Escucho el sonido de un claxon, señal inequívoca de que Ekaitz había llegado, apresurada se monto en el coche, no sabía a donde ir, debía de pasar por su casa pero estaba segura de que esos hombres aún estarían por ahí, pero necesitaba urgentemente algunas de sus cosas.

-Necesito que te pases por mi casa, pero primero déjame en la cafetería- dijo, de esa manera ella se ev itaba paras por su casa y de todas maneras tendría sus pertenencias.

Gabriel se acomodaba en su cama, dejando a entender que solo el estaría en ella.. lastimosamente solo había una cama en ese cuarto y el joven Uzkategi no estaba dispuesto a compartir. Miro a Fede y hablo.
-Bién.. ya que a ti se te da mas esto.. ¿alguna ídea de como entablaremos conversacion con la paranoica?-
Pregunta Gabriel a la unica persona que le tenía confianza en ese momento, Fede.

[[Luego de haberla seguido mientras permanecia cayado Fede se dio cuenta que aquella mujer no era malvada... permanecio callado hasta que lelgaron al hotel]]
-Gabriel... es imposible que esa mujer te haya hecho daño...de lo contrario nos hubiera atacado a todos de nuevo... cuando esa mujer vuelva... deja que yo sea el que hable con ella... sera mejor que tu te quedes vigilandola
[[dijo señalando a Mariela, obviamente Fede se sentia defraudado y usado por lo que perdio toda su confianza en ella]]
-Solo dime cuando vuelva y yo ire.. sin violencia... sin poderes de acuerdo ?
*Sigo sin creermela... porque no me mato... porque no estoy muerto...*
[[Fede se asomo a la ventana del hotel esperando su retorno y permaneciendo cayado]]

Gabriel vió a su compañero, mientras movió su cabeza de lado era triste verlo tan deprimido.
Gabriel sonrió de lado... Mariela ya no era mas que un objeto asustado a su servicio.
-Bien.. entonces dejemos que el niño bueno se encarge-
Gabriel apoyo su cabeza en su mano, y se quedo mirando el entorno... necesitaba sus lujos y aquello no era nada lujoso.

[[Fede se acerco a Mariela]]
-Podrias decirme por favor donde esta? te juro que no voy a hacerle daño... solo quiero saber que hacia alli... ademas... aunque lo quisiera no estaria en condiones de hacerle daño ^^ Arthur.. agh.. bien le explicare todo en el camino una vez que me digas donde esta y Gabriel... luego pidele que se olvide de ello ¿vale?-
*A decir verdad me intriga el poder de esa mujer... ya quisiera poder saber que trama*
-Entonces... donde esta ?

El joven Uzcategui seguía tumbado en la cama, hasta que empezó a notar algo extraño en sus piernas, apartó la mirada de Mariela durante un instante para ver que era y se encontro con una enorme serpiente a sus pies, exactamente era una anaconda blanca, de casi 2 metros de largo, parecía estar domesticada y sin intenciones ofensivas.

Gabriel miró a la anaconda, estaba muy pesada y alargada y para el le parecía hermosa.
Los tres en el cuarto se alarmarón mucho y gabriel no dejaba de verle.
-Seras mi mascota.. de hoy en adelante solo me obedeceras a mi y nunca me haras daño-
La anaconda movió un poco su cabeza, el joven Uzkategi volvió a repetir la orden 4 veces mas.. tenía experiencia con Mariela que si ponía mas empeño y concentración las cosas serian como el quería.
La anaconda dejo de moverse y Gabriel le hizo una seña.. la serpiente sin ganas de dañar se enrrosco en su braso derecho.. su demas cuerpo salia por debajo de la cama y casi rodeaba el pequeño cuarto.

Mariela quien contestó al chico Fede con un pequeño hilo de voz en su garganta le indicó que su objetivo estaba en un pequeño cafe cerca de ahi.. casi a un cuadra.
Gabriel miró a fede.
-Mas vale que esta vez.. no escape.. mira que me estoy pensando lo de tu paga-
Despues de eso el chico Uzkategi.. siguió jugando y facinado con su nueva "mascota"

-Bien... vamos... Arthur vienes conmigo... ustedes quedense aqui!-
[[al salir del hotel y entrar al coche de Arthur para que me alcance a donde Mariela habia dicho, a una distancia segura decido hablar con el ]]
-No volvere Arthur... de momento tengo muchas cosas en las que pensar... cuando cambie de parecer... te llamare-
[[dije extendiendole un trozo de papel con mi numero de movil escrito en el]]
-Solo dejame en el cafe y dile a Gabriel... que luego volvere... necesito un tiempo a solas-
[[subo al auto y me dirijo rumbo al cafe ]]
*Si no le digo mis verdaderas intenciones no podra sacarselas con su poder... esa gente que fue tras el... voy a buscarlos y quiero respuestas... y si las respuestas que me dan son las que quiero... entonces me unire a ellos... gente con un ideal en comun... es el unico factor necesario para poder cambiar el mundo...*

A los pocos minutos Arthur regreso, traía un papel en la mano.
-Este.. Fede dijo que no volviería.. que tenía que pensar-
Gabriel miró a su amigo con rabia.. aquello le parecía patetico.
-Ahora el niño esta en depresion por su amada.. solo espero que no se corte las venas-
Gabriel miró a Mariela, la cual le miro con algo de miedo.
-Si no quieres que siga usando mi poder en tí.. guíame hasta ella-
La chica se levanto y no tuvo mas que obedecer, Arthur no sabía de que iba todo pero conociendo a Gabriel era mejor quedarse callado.
-Ven-
La serpiente se arrastra por sus pies y baja hasta el coche, Uzkategi le abrió la puerta y entrarón todos.
-Y ahora?-
Mariela indicó el camino.. Gabriel seguía facinado con su ANACONDA.

El pequeño llegó a la puerta del hotel, junto con Skayper y se puso en una posicion exigente.
-Mierda.. no estan aqui-
El chico seguía con su inseparable chupeta y miro a skayper con furia.
-Bién.. supongo que no pueden estar lejos.. separemonos-
El pequeño le entregó un radio con el cual podría comunicarse con el.
-Cuando encuentres a un tipo engreído como el-
Le mostro una foto de las miles de Gabriel.
-Hablame.. yo los buscare y si los encuentro.. te hablare-
El pequeño camino hacia la derecha del hotel.

El radio se escuchó.
-Aun no les coges?-
Pregunta con voz rronca y agresiva.. Christian era un chico chiflado y agresivo.
-Sigue poniendo los ojos en todas partes... aunque seria bueno una distracción.. asi veremos donde se esconden-
El simple hecho de destruir.. divertía mucho al pequeño rubio

*Este tipo es mas torpe*
Pensaba Christian mientras seguía buscando a su objetivo, en ese momento contacto nuevamente con Skayper.
-Muy bién...-
Dice mientras pasa su saliva.. el dulce que traía no le dejaba hablar muy bien que digamos.
-... eso es presisamente lo que necesitamos... incendia...-
El pequeño se lo pensó.. y miró hacia el frente.. un establecimiento de cafe parecía muy habitado y la gente comenzaba a llegar.
-Incendia el maldito cafe que esta en la manzana, donde me encuentro... ven aquí-
El pequeño siguió disfrutando de su dulce.. mientras se sienta a esperar el espectaculo

Kotaro escribió:En ese momento el cafe comenzo a arder en llamas, Gabriel se agacho y tomo a la chica del cuello para que se pusiera bajo la mesa funto con el.
-Mierda.. nos an encontrado, supongo que un incendio espontaneo no es muy frecuente-
Tomo la muñeca de la chica y le miro mientras dijo con el tono mas serio que pudo encontrar.
-Estamos en peligro... unos sujetos vienen siguiendo para capturarme.. ten por seguro que tu tambien estas involucrada... ya que posees un don igual que yo-
Entonces salieron del cafe y Gabriel abrio la puerta para que los dos entraran, la chica se quedo parada frente al coche.
-Si haces eso nos descubriran-
Un chiquillo que estaba en la cera de enfrente se levantó

El pequeño vió las llamas en el edificio era facinante, le tenía con la boca abierta y no pudo fijarse en la salida de la gente, lo que si vió fue un extraño automovil que estaba enfrente de ellos, y una chica en bata parada frente al auto.. como esperando algo.
-Abre bién los ojos... esa escena se ve sospechosa-
Dice mientras señala el auto.

Aquel niño que tenía justo enfrente no le daba buena espina, aún no sabía muy bien por que pero le resultaba un tanto conocido. Intentaba hacer memoria pero nada parecía darle respuesta a sus sospecha.

Las palabras de su acompañante retumbaron en sus oídos, si alguien lo estaba busca perfectamente podría ser aquel chico, pues era muy extraño el hecho de que se quedara mirando a su dirección tan fijamente,. tenía que hacer algo para que la gente se apelotonara cerca de ellos y tuvieran la oportunidad de escapar de ahí.


-SIIIII- grito, llamando la atención de las personas que escapaban del lugar y de los mirones de la zona, mientras que el chico dentro del coche la miraba cómo si estuviera loca- claro que quiero, cómo no iba a querer casarme contigo.

Ante estas palabras un murmullo generalizado se extendió alrededor de ellos logrando que más gente se acercara a ellos, comenzando a formar una pequeña barrera entre el chico y el coche.

-Pero que romántico puedes llegar a ser cuando quieres- llevada por su actuación derramo una lagrimas ante la supuesta emoción del momento, contagiando con ello a los espectadores- verdad que es un amor?- pregunto a los presentes.

Acto seguido se tiro encima de él repartiendo besos por su cara, impidiendo que cualquiera que estuviera fuera del coche lograra ver su cara.

-Coge el teléfono que tengo en el bolsillo y dale a marcación rápida, el uno. Cuando lo tengas listo pásamelo. Ion nos sacara de aquí- Le susurro al oído.Este no tardo en hacer lo que le pedía- ME CASO_-grito al que la escuchaba desde el otro lado de la linea- sácame de aquí, estoy en el mismo bar de antes- colgó la llamada para seguir dando besos al chico que encantado los recibía.

A los pocos minutos de colgar la llamada, y seguir durante un tiempo más con ese numerito, ambos salieron del coche sin ser vistos, colándose entre la gente, que empezaba a abandonar el lugar,hasta una esquina de la calle donde Ion ya la esperaba con el coche. Una vez montados en el salieron de ahí sin levantar sospecha ni ser vistos.

Ademas también le habían seguido Mariela, arthur y la anaconda de color blanco.
El coche estaba lleno... y todos habían pasado desapercibidos.
-Valla numerito... pero eres muy lista-
Gabriel se miraba al espejo, viendo los rastros de labial que tenia por los besos de la otra.
-tenías que mancharme tanto-
El joven saco su billetera y saco un monto de dolares, arthur le miro con cara de WTF.
-Toma... lo siento pero es la unica forma que sigas conmigo, supongo-
Le ofrecio el grueso manojo de billetes a la chica.... todos iban tan apretados.