En Algún Lugar de Canadá

OFF: Por el "tiempo" supongo que pasaron varios minutos desde mi ultima accion... pero para simplificarlo, hago que pasa en ese momento, si no te parece Santiago edito y ya ^^

- Maldito, muere...

*¿Eh?*

Fueron las palabras que llegaron a mi mente, de la figura de arcilla, de Santiago.

*No... no puede ser...*

Depronto mi celular comenzo a sonar, me sobresalte un poco incorporandome y moviendo a Luna para que se sentara como antes.

*Es el mismo numero de antes...*

Atendi, mi curiosidad aumentaba a cada momento ¿me daria la autorizacion? ¿me tenderia una trampa? Una voz algo distorcionada llego del otro lado del movil, pero al mismo tiempo... una voz conocida, diciendo exactamente las mismas palabras, comenzaba a llegar a mi mente.

-Alexander, te aviso que no hay ningún problema, ya hice la llamada que tenía que hacer. Te paso la dirección del hotel para que podamos hablar mejor...-

-Alexander, te aviso que no hay ningún problema, ya hice la llamada que tenía que hacer. Te paso la dirección del hotel para que podamos hablar mejor...-

*Santiago... ¿que mierda hiciste? =/ *

- Ok... ya voy...- Musite y rapidamente di fin a la conversacion. Mi mente no podia comprender todo lo que habia pasado, ni si quiera me habia podido reponer de las palabras de Luna y ahora debia lidiar con esto... neh >.>

- Bueno, al parecer si puedo...
-¡¡Claro que no maldito, yo no soy como tú!!- Mi cara cambio totalmente... ¿ahora que pasaba? No podia esperar mas, tenia que averiguarlo. Sacudi la cabeza y saque dinero de mi bolsillo el cual puse sobre la mesa.
- Ermm... ya regreso, debo ir a buscar una direccion, esperame.- Y sin explicar nada mas, sali corriendo del lugar, en direccion al hotel...

No tarde demasiado tiempo en llegar, corri todo el trayecto yendo a mi maxima velocidad, sin cansarme obviamente, y pude notar como poco a poco iba moviendome mas rapido y como me sentia cada vez mas ligero...

Entre sin siquiera preguntar algo al recepcionista, me dirigi directamente a su habitacion. Llegue, la puerta abierta, un cadaver en el suelo... me lleve la mano a la cara tocando levemente mi flequillo.

*Es increible... como todo se va al carajo tan rapido...*

Entro a la habitacion, intentando no tocar absolutamente nada y anoto la direccion que estaba escrita con sangre y me las re tomo del lugar, tratando de salir calmado de ahi para no levantar sospechas y vuelvo a la cafeteria...

- El tipo de la compañia... esta muerto... lo mataron.- Le dije a Luna mirando atravez de la ventana.- Supongo que todo el plan que habia echo... ya no importa.- Suspire, me rasque un poco la cabeza y me puse de pie.- Bien, Santiago... no estara disponible, ya lo "usamos" mucho, tengo una...- Dude, decir "mansion" no me gustaba mucho, por lo que decidi restarle importancia por el momento, mas que nada para ahorrarme explicasiones durante el viaje.- una casa en LA, quedemonos ahi por algun tiempo, y luego decidamos bien que hacer, ya andubimos de un lado para el otro bastante tiempo, creo que es hora de que nos quedemos en algun lugar fijo... pero, ya habra tiempo para discutir eso cuando lleguemos.- Luna asintio levemente, mi "huida" repentina, la muerte del sujeto, y ahora un viaje a LA... demasiadas cosas en muy poco tiempo, era normal que no dijera mucho, y mis poderes de "leer mentes" lamentablemente no se aplicaban en ella, pero no quise liar mas las cosas, y pase de hacer preguntas incomodas.
Le extendi la mano para ayudarla a ponerse de pie y luego de pagar la cuenta nos retiramos del lugar rumbo al aeropuerto.

Me ahorro la parte del viaje y de los aeropuertos, asiq seguimos directamente en la mansion LeBeau en LA: https://heroes-rol.foroes.org/estados-unidos-f29/mansion-lebeau-t305.htm

Detengo el coche frente a una especie de posada, el lugar es realmente agradable, transmite una gran calidez. Suspiro al apagar el motor y de pronto veo como las imágenes de lo que acaba de suceder cruzan por mi cabeza otra vez. No siento ningún remordimiento, no siento que realmente importe. Recuerdo el momento como un sádico acto de placer extraordinario, no por su magnitud, sino por su rareza, por cuán enfermizo resulta en realidad.

"Lindo lugar para quedarme..."

Miro hacia afuera y luego bajo del auto. Camino hacia la posada. Abro la puerta y entro. Me acerco al mostrador. Toco un pequeño timbre, sin embargo, nadie aparece a atenderme.

-Es inútil, creo que salieron, o están con algún problema... Hace más de quince minutos que estoy esperando...- me dice alguien desde atrás

Giro mi cabeza para notar que quien me habló es un hombre sentado en uno de los sillones, esperando.

-Ah... Me presento, Martin Cole...- dice mientras se acerca extendiéndome la mano.
-Owen, David Owen...- digo algo inseguro mientras respondo a su saludo.

Ahora puedo ver al hombre claramente. Alto, cabello castaño. Tiene aspecto de deportista. Bien vestido. Por algún motivo siento algo "diferente" en él, algo que no sé explicar, pero presiento que no es un tipo cualquiera.

-¿Y qué te trae por aquí David?... Eres bastante jóven para viajar solo...-
-Pues no tanto, es algo más bien de apariencia...-
-Apariencia... La apariencia no es nada, creemelo, es tan solo una fachada, solo eso...-

Miro al hombre algo desorientado, no entiendo qué quiere decir con eso, aunque no puedo abstraerme de la sensación de que oculta algo.

-¿Y a qué te dedicas? Yo soy publicista, trabajo en cosas de publicidad y propaganda...-
-De momento estoy viajando, soy escritor, al menos intento serlo...-

La mentira que acabo de idear me resulta muy extraña. ¿Por qué digo ser un escritor? ¿Acaso será porque se apega al papel del bohemio que quiere "escapar de la realidad"? No lo sé.

-Mira, que interesante...-

Ignoro las últimas palabras del tipo y salgo afuera algo molesto. Entre la espera y el interrogatorio me estoy comenzando a enojar. Miro al cielo. Está oscureciendo.

"¿Qué mierda le pasa a esta gente?... ¿Qué esconde ese tipo, por qué tantas preguntas?"

Sin más que una corazonada decido entrar. Me le acerco y tomándolo del buzo los dos nos desvanecemos de ahí. A pesar de cuan extraño pudiera parecer, el hombre apenas se sorprende de lo sucedido. Aparecemos en un callejón cercano.

-Me dirás ahora mismo que escondes, sé que escondes algo...- le digo algo alterado -Dímelo, o tendré que sacártelo a la fuerza, no me importa que tenga que hacer...-

La paranoia me atormenta. Me siento amenazado, me siento observado. Tengo dentro de mi una voz que no deja de hablarme. Sylar, él está dentro de mi. El hombre no puede ni hablar dado que le estoy el cuello.

"Mátalo, hazlo, mátalo..."
-¡¡Vamos dime!!-
-Está bien, suéltame por favor...- dice mientras recupera la respiración poco a poco -Yo... soy como tú... Veo que puedes teletransportarte... Pues yo... Yo puedo hacer esto...-

Se coloca la mano en la cara y de pronto esta comienza a cambiar su forma. A su vez su cabello cambia de color. También su estatura se reajusta un poco.

-Puedo cambiar las apariencias...- dice con otra voz diferente a la que tenía.

No puedo ni hablar. Tan solo me quedo observando al hombre completamente paralizado. Su poder es fascinante, es espectacular. Su poder me serviría de mucho en realidad.

-Creo que llegaremos a ser buenos amigos, Martin...- le digo mientras sonrío y trato de calmarlo con un sauve golpe en la espalda.

Martin me mira algo confundido, sin embargo también sonríe. Los dos nos marchamos caminando del callejón para regresar nuevamente a la posada...