(Barcelona) Comisaría especial...

Una enorme comisaría daba seguridad en toda la calle y las manzans a su alrededor, dos audis negros y blindados entraron por el garaje, de ellos salieron los soldados de fuerzas especiales, llevando consigo a los jovenes capturados.

Entraron a la comisaría desde el parking, pero no subieron las escaleras hacia el edifício, sino que las bajaron, atravesaron unos cuantos controles de seguridad y llegaron finalmente a un bloque de celdas especiales, usadas para arrestados muy importantes, las paredes de hormigon eran de medio metro de ancho y los barrotes de una aleación más dura y resistente que los normales, sin contar que se encontraban a 15 metros bajo tierra y con una estricta seguridad.

Los soldados metieron a los chicos en las celdas, uno en cada una, y les esposaron de manos y pies, y, por si no fuese suficiente, las cadenas estaban atadas a un enganxe en la pared, por lo que no podían acercarse a los barrotes, las celdas eran de 6 metros cuadrados, con una cama y un water, puestas una frente a otra, habían ocho, y entre ellas no estaban separadas por barrotes, sinó por paredes de hormigón de medio metro de ancho.

en la primera colocaron a Skayper, a su lado Tomás, luego Santiago, la celda que estaba frente a Santiago la ocupó Florencia, y, por útlimo, la celda que estaba frente a Skayper la ocupó una chica que trajeron minutos más tarde llamada Teana.

Los agentes que quedaban salieron del bloque, dejando solos a los presos, tras una enorme puerta de titánio, una puerta de las que se pones en las enormes cajas de seguridad de los bancos, quizás en el pasadizo de los bloques no había soldados, pero tras la puerta si, y bien armados, sin contar las demás puertas y soldados que seguían a eso y que había que pasar para salir de allí no había otra manera.

Poco a poco Santiago comienza a volver en sí. Abre sus ojos lentamente y lo primero que ve el techo, se ve perdido en su color gris. Luego se levanta y al ver hacia adenlante, ve los barrotes y luego... a Florencia, también encerrada en otra celda igual a la de él.

"¿Pero qué mierda pasa acá? Lo último que recuerdo es que dijeron que no nos iba a pasar nada, y luego un pinchazo, como la picadura de un mosquito..." piensa, y luego intenta acercarse a los barrotes, pero al ver que no puede comienza a gritar muy molesto, tratando de llamar la atención -¡¡Que alguien me diga que mierda hacemos en este lugar!! ¡¡Quiero respuestas!!-

Por otra parte Florencia se despierta con los gritos de Santiago. Está muy triste y confundida a la vez. El lugar le recuerda tanto a cuando estuvo encerrada en la Compañía. Y ahora... no puede ni siquiera usar su poder.

-No gastes saliva... Nadie nos va a escuchar... Si realmente a alguien le importara lo que tenemos para decir nunca nos hubieran encerrado...- dice agachando la mirada, triste y desesperanzada

Santiago no sabe que responder, nunca había visto a Florencia con tan poca fe.

En la celda de al lado Tomás sigue aun inconciente por el efecto de los dardos. Seguramente si su habilidad hubiese estado activa no se hubiese desmayado ya que los neurotóxicos no lo afectarían. Sin embargo, todo era diferente...

_Jo**r
Pega una patada a la pared y se sienta en el suelo dando con la espalda en la pared, se dirige al chico y le mira
_Hola ¬¬

Santiago no puede entender como Skayper parece estar tan tranquilo, cosa que para la situación no parecía lo más habitual. Tras escuchar lo que dice intenta usar su poder nuevamente. Cierra los ojos y se concentra mucho, sin embargo nada sucede.

-Mierda, no puedo usar mis poderes- dice en voz baja -Esto va de mal en peor, cada vez que hago algo parece que empeoro las cosas, a veces desearía que todo fuera como ahora, desearía ser normal... Si fuera alguien normal mi madre no estaría muerta, ni mi padre desaparecido, tal vez ni siquiera estaríamos metidos en este lío-

Tomás comienza a reaccionar y finalmente se despierta. Sin embargo al intentar ponerse de pie cae al suelo muy débil. Su rostro está pálido, siente un frío tremendo y no siente los brazos.

-¿Qué...qué pa...pasó?- pregunta muy débil, como si le costara pronunciar las palabras, como si estuviera enfermo -¿Dó...dónde estamos?-

Y en realidad no solo parece enfermo, sino que en ese mismo momento todo tipo de agentes patógenos recorren sus cuerpo haciendo que esté enfermo. Al estar su habilidad activa su cuerpo se volvía automáticamente inmune a los virus, bacterias, etc., pero al no tener su poder, su cuerpo nunca había generado anticuerpos y por eso es que enferma fácilmente.

-Me siento... muy mal... Algo ma...ma...mareado... y muy débil...- dice con muchísima dificultad, seguramente si no recibe auxilio médico pronto podría morir en la celda...

Santiago decide no hacerle caso a las palabras de Skayper. Se encuentra divagando en otro mundo, pensando en una especie de conspiración contra ellos, en la cual no puede evitar incluir a Arturo por más que no quiera. Por algún motivo siente que él está detrás de todo esto, aunque es algo completamente ilógico dado que este se encuentra en el pasado. Sin embargo, se preocupa por como ha actuado Tomás tras despertar.

-A...ayuda... siento que... que... no voy a re...resis...resistir-
-¡¡Guardia, guardia!! ¡Por favor, necesitamos ayuda!- grita Santiago desesperado.

Florencia está callada, arrecostada a la pared, intentando desde hace rato dormir a Santiago para probar su poder, sin embargo nada funciona...

Un guardia se acerco, aunque el grupo no podia verlo podian oirlo al parecer tenian una conversacion, este guardia sostenia el rigle de Santiago
-Te lo digo! los cientificos lo estubieron investigando... no importa que tan bueno seas, no le pegaras a nada con este rifle... al parecer esta calibrado solo para que el chico lo use... es increible... y eso no es lo mas raro... la municion... no puedes conseguirla en ningun lado.. al parecer las balas irradian algun tipo de luz al ser disparadas... eso seria util si quisieras matar a tu sombra... me pregunto que tramaran estos chicos...-
Esas no eran las peores noticias... no solo un interrogatoria se les avecinaba... el dedo que fue arrancado de la mano de tomas... comenzaba a infectarse... y una nueva recluesa entro... esta era una joven rubia bastante atractiva
-SUELTENME NO SABEN QUIEN SOY? MI PADRE DIRIJE LA COMPAÑIA! SUELTENME!-

Santiago ve a la chica y la reconoce inmediatamente. Ella había estado aquella vez, en la Compañía, cuando le inyectaron el suero que puso su habilidad inestable. Al ver que hay unos guardias llevando a Elle, decide llamar la atención para que atiendan a Tomás.

-¡Oigan, mi primo, el que está en la celda de al lado se siente muy mal! ¡Puede que esté enfermo, parece que está grave! ¡¡Por favor, que alguien lo atienda!!-

Tomás nota claramente como la gangrena se extiene por la herida del dedo que había perdido. Siente un dolor terrible. Y luego cierra los ojos. Parece que la enfermedad lo había derrotado, ¿o no?

El taxi paró en la acera de en frente de la comisaría, mientras dos personas, completamente vestidas de negro, bajaban de él (quien no sepa que ha pasado: Oceano atlántico/costas francesas --> Atocha (Madrid) --> Aeropuerto de Barcelona)

**Luna **

- ¿Estas seguro de que está aquí?-pregunté mirando con atención las puertas de la comisaría.
- Sin duda. Un poco de confianza no te vendría mal.-comentó Sylar con tono algo burlón.
- Ya he gastado mucha de esa. Además, ¿quien confiaría en ti?
- Tu lo estas haciendo.
- Pero tú has puesto el precio. Y cuando acabe, cobrarás mi vida.
- Tu habilidad. No quiero más. ¿Por qué buscas al tal Skayper?
- Entrega a domicilio.

Crucé los brazos sobre el pecho, molesta por los movimientos del chico. Sabía que iba a doler, sabía que me iba a sentir mal. Pero no tenía porque arrastar conmigo a un pozo sin fondo a un niño que aún no había vivido casi nada.

- Vamos allá.

Sylar asintió y entramos en la comisaría especial.
Una secretaria trabajaba en el recibidor, firmando y sellando papeles, mientras se colocaba las gafas continuamente. Debían de estar rotas.

- Disculpe... buscamos a un conocido nuestro. Nos gustaría hacerle una visita.

Fruncí el ceño, mientras miraba a Sylar de reojo.

- Si hay fianza para que salga, no nos importará pagarla.

- Por el momento me temo que no pueden salir señorita...
- Luna.
- Luna- por fin levantó la vista d elos papeles y estrechó la mirada, observandonos con desconfianza.- Pueden verlos, pero no más de 15 minutos.

Con una señal de la mano, hizo un gesto claro a los guardias, que se situaron a nuestro lado y nos conducieron hasta la celda donde estaban Skayper, Santiago, Florencia, Elle, Tomás y Teana.

- Me temo que serán muchas fianzas.-se burló de nuevo Sylar.

No dejé de notar que tenía un ojo clavado en Elle. Fue entonces cuando la reconocí.

- ¡¡Maldita guarra!!-casi grité. Ella fue una de las que nos atacó a mí y... a Pedro. Hace ya tanto tiempo... pero no podía haberla olvidado.
Noté como Sylar volvía a evitar que me moviese.
- A lo que hemos venido, por favor.

Al ver entrar a Luna Santiago se alegró, al fin una cara conocida, y parecía que venía a ayudarlos ya que no la traían atada ni nada parecido. Sin embargo la cara de Santiago cambió completamente al ver a quien venía detrás.

-¿Sy....sylar? ¿Luna... qué haces con este maldito asesino? ¡¡Él mató a Dasda, acaso te olvidaste!! ¡¡Tú deberías estar aquí asesino, tú, no nosotros!!- dice Santiago sumamente indignado, furioso, muy enojado. No puede entender como Luna puede estar con quien mató a un amigo de ella.

Tomás aún respira, pero lo hace con mucha dificultad. Sigue con vida pero no puede hablar, ni siquiera está conciente de lo que sucede. Probablementelas enfermedades se habían expandido muy rápidamente por su cuerpo.

Florencia se pone de pie al ver entrar a Luna, y al igual que Santiago se alegra al verla ya que la reconoce inmediatamente. Sin embargo al ver la reacción de Santiago hacia el hombre que la acompaña, se sienta en el suelo nuevamente.

Los gritos de Elle se escuchaban desde la otra habitacion al parecer no tener sus poderes no era algo que le agrade mucho, mientras tanto los oficiales traian a un nuevo recluso, el policia con el que Santiago se encontro en Uruguay, esta vez estaba herido, como si un grupo le hubiera dado una paliza
-Les digo que no tiene caso que me encierren...-
-Y te digo que no tiene caso que hables!-
Los guardias lo encerraron en la celda cerca de Santiago
-Hola? alguien mas esta en este infierno o soy el unico idiota con mala suerte ?-
El mismo guardia se acerco a la celda de Tomas y le inyacto algo mientras gritaba al resto del grupo
-Son antibioticos... no morira... conteto ?-

Al ver pasar al policía tanto Santiago como Florencia miraron atentamente. Era increíble la cantidad de caras conocidas que se veían allí. Santiago se sintió un poco aliviado al oir que a Tomás le dieron unos antibióticos. Pero lo que no sabían era la magnitud de la enfermedad, Tomás se encuentra completamente vulnerable a todo tipo de enfermedad, no tiene defensas y seguramente morirá si no es atendido en poco más de 30 minutos.

-Oye, tú. ¿Cómo es que terminaste aquí?- Santiago le grita al policía esperando que este lo reconozca

-jeje hola... tanto tiempo... consegui encontrar a ese sujeto trato de darme una paliza, entonces sali volando... y cai a unos metros de aqui... esa es suficiente explicacion creo...-
El estado de tomas era grave pero no moriria, los agentes seguian inyectandole cosas... practicamente estaba en una especia de viaje producido por drogas y antibioticos...
Uno de los guardias se acerco a Skayper
-Tu, dime que haces que te hace tan especial? -

Una sala llena de pantallas, en las cuales se veía todo lo que pasaba en las celdas y se escuchaba lo que decían los presos, tres personas observaban las imágenes con atención.

-Así que no nos vas a contar donde has estado todo este tiempo...-

-Cuanto menos sepais mejor, esto puede llegar a complicarse mucho, y no quiero involucraros en algo así...volviendo al tema, no han intentado algo? como por ejemplo escapar?-

-No-Le contestó el que estaba sentado en la única silla frente a la mesa donde se encontraban los monitores.-No entiendo porqué, según los testigos, hano echo cosas sobrenaturales, cosas nunca vistas por ojos de gente normal, tales que podrían escapar de aquí sin problemas, sin embargo...no lo hacen, están allí, y no se van ni intentan escapar...-

Arturo lo veía, su poder no surtía efecto, con lo que no podía ver las auras de los que salían por las pantallas, pero allí estaban, Skayper, Santiago, la gran mayoría y más gente que desconocía, pero según los informes de su ex-unidad, todos parecían poseer habilidades, en el fondo eso le alegraba, pensar que era él único que había perdido su poder le hacía entrar en pánico, pero ahora veía que no solo le ocurría a él, sinó a todos los demás también, pero, quién o qué estaría causando esto?...

Entraron guárdias, trayendo nuevos presos, las celdas empezaban a llenarse, ya eran tantos que pasaron e poner a dos personas por cada celda, y Arturo reconoció a Luna.

-...Esa chica...encerradla, encerradles a todos, que no entren visitas, ni guardias, que no entre nadie en las celdas, aisladles.-

Vió como un chico salía a través de Luna y caía al suelo, las otras dos personas que estaban con Arturo qeudaron boquiabiertos.

-A todos!!!!!-

Arturo empezaba a ponerse nervioso, de donde salía tanta gente? y si no habían cogido a Luna...porqué estaba allí? como sabía donde encontrar a los demás?...

Pronto tendría que bajar a hacerles una visita...Mientras, los guardias cumplieron las órdenes, encerraron a Sylar con Skayper, y a Luna y al chico con Teana.

Off: Maldito cobarde xDDDD!!! Ven ven a visitar xDD!!

No tengo mucho tiempo así que post rapidito, ya sabeis, oscuridad, dolor y bla bla bla.

On:

**Luna**

(Ya en la celda)

Maldita sea, como pillara al idiota que nos había encerrado... tenía planes entre manos, y esto los retrasaba y deterioraba enormemente.
Miré a mi compañera de celda con apatía, sin ninguna gana de entrablar conversación, mientras inconscientemente me acercaba algo más al niño, arrastrandome hacia él dado que ambos estabamos sentados en el suelo.

- Tranquilo, no voy a dejar que te pase nada, pero no puedo condenarte a sufrir algo que no tiene que ver contigo...-le susurré bajito, mientras acariciaba suavemente su mejilla y miraba por encima de su cabeza, a la celda de en frente en la que estaban Sylar y Skayper.

- ¿Qué ha ocurrido?-le pregunté a Skayper con seriedad, aunque realmente la pregunta solo era una fachada a todas las dudas que tenía. ¿Porqué a mí? ¿Porqué el no podía protegerle? ¿De donde venía el niño? ¿Que podía hacer yo ahora?
En cierto modo, ambos eran ahora parte de mi.


**Sylar**

Sin perder un ápice de calma, el hombre se matenía de pie, apoyado sobre la pared, observando lo que ocurría a su alrededor, y sin perder de vista a Skayper. Sin poderes era un niñato más, fácil. Pero si lo habían mandado a matarle anteriormente, no debía subestimarle.
Con mucha curiosidad, prestó atención a la pregunta de Luna, percatandose del temblor de su voz. Esa no era la verdadera pregunta. Miró de nuevo al chico, aguardante.

Santiago escucha las palabras del policía (el que vuela) y no puede evitar reir para si mismo. Luego ve como la situación comienza a ponerse tensa al ver lo que sucede con Luna y el niño, y luego toman a los tres visitantes y los encierran. Cada vez llegaba más y más gente.

-Al menos ahora tenemos más compañía- dice de modo sarcástico como buscando "alegrar" la situación -Y... bueno... si están aquí no han de ser muy normales que digamos, creo que entienden que quiero decir. Porque no cuentan que hicieron para terminar aquí...- le dice a todos esperando saber si todos los que estaban allí tenían alguna habilidad...

Por su parte Tomás se encontraba divagando en sueños. Perdido en su mente. Se siente algo mejor, parece que el efecto tranquilizante de las drogas estaba surtiendo efecto. A la vez los antibióticos estaban funcionando dado que ya no sentía tanto malestar, y de hecho la enfermedad estaba siendo bien combatida. En sus sueños...

A lo lejos una niña se acerca. Tomás la ve claramente. Ella corre hacia él, como buscándolo, como queriendo encontrarlo. La niña parece tener unos diez u once años, tal vez doce. Cabello rubio, mirada tierna, pero perdida en un vacío gris. Una mirada encantadora y aterradora a la vez. La chiquilla se le acerca y comienza a hablarle.

-Hola, ¿cómo estás?
-Bien...- responde Tomás confundido -¿En dónde estamos?-
-No lo sé- dice mientras mira las verdes praderas a su alrededor
-¿Cómo es que llegué aquí, si hace un rato estaba muriendo en prisión?-
-Eso es porque todavía no has llegado, no es tu momento, ya llegarás-
-¿A qué te refieres con que ya llegaré?-
-Tú eres bueno, no dejes que el otro te atrape. Recuerda que el fuerte aquí eres tú. Tú y solo tú debes controlarte-

Tomás mira desorientado a la niña, y luego ve sus propias manos. Las manos están completamente sanas, no hay señales de heridas o gangrena. Tiene sus cinco dedos en cada lugar.

-¿Pero qué pasó?- dice asustado
-El cuerpo puede herirse, lastimarse, hasta romperse. Pero el alma no. Por eso mismo, recuerda que tú eres solo uno. El otro, solo es un engaño, alguien que trata de hacer que te vuelvas malvado. Ahora esto se terminó, y es hora de despertar...-

Los ojos de Tomás se abren, y este se pone de pie con muchísima dificultad. Mira su mano y nota que todo sigue igual. La situación es muy extraña. Lo que le había sucedido parece completamente ilógico. ¿Quién era esa niña? ¿Por qué le dijo eso? ¿A qué se refería con el otro? Va y se sienta sobre su cama mientras mira a su alrededor sintiéndose perdido...

**Sylar**

Con una suave risita ignoró al chico, sentándose en el suelo frente a el.

- Si esoy aquí es por ella-comentó señalando a Luna con la cabeza- o mas bien por lo que tiene. No creas que tienes oportunidades-y eso implicaba muchas cosas.

**Luna**

Asentí razonando las palabras de Skayper, intentando hallar su significado. Aturdida le devolví el abrazo al niño, antes de levantar la cabeza como movida por un resorte.

- Un momento...-advertí mirándo a Skayper con los ojos como platos- ¿Papa? ¿¡Papá?! ¿Eres su padre?-No acababa de creermelo pero a pesar de todo, tenía sentido, una de las pequeñas partes que formaban aquel rompecabezas.

**Sylar**

- Si ves fuego avisame, que yo mismo me encargaré de quemar esa cara bonita que tienes.-dijo Sylar con claro desprecio, mientras se sentaba en el suelo, aún sereno pero desafiante.

**Luna**

No pasé por alto como ignoraba deliberadamente mi pregunta.

- Dejad de discutir de una vez, no sirve de nada-dije cansada y apretando más el abrazo al chico- Y si... tú no confías en mí... él me lo contará.

Separé al chico unos centímetros de mí antes de preguntarle, clavando la vista en sus infantiles ojillos.

- Dime Choco, -como cariñosamente le había llamado en los últimos tiempos- ¿Skayper es tu padre?

**Luna**

Entendiendo la postura de Skayper, cerré la boca y abracé de nuevo al chico sin apartar la vista de su padre, seria.
Cuando salieramos, se acabarían los secretos.

**Sylar**

El asesino soltó una risa divertida, con un tono algo más que maléfico.

- Con tu reacción lo demuestras todo... que predecible. Si hasta os pareceis.-comentó divertido, mirando alternativamente al chico y a Skayper- me pregunto de quien serán los rangos restantes. La chica debe tener unos ojos preciosos-hizo una pausa para volver a reirse de su propia broma- que curioso es todo esto...

Se acomodó de nuevo en la pared, antes de seguir hablando.

- Preguntas que me ha ofrecido...-giró la cabeza para mirar fijamente a Luna que le devolvió una mirada gélida- me ha ofrecido lo que yo quería. Su vida.-sonrió clavando de nuevo la vista en Skayper, disfrutaando del silencio que se había producido. ¿Miedo? ¿Tensión?- Pero también me ha ofrecido la vida de más gente... a cambio solo tenía que traerla aquí, salvar al niño para que este con su papaito, visto lo visto, y encontrar a cierta persona a la que le ha cogido ojeriza-soltó otra pequeña risilla. Que de rodeos estaba dando- Podríais llamarla traidora-su gesto volvió a tornarse serio- Pero eso significaría que no la conoceis. No sé que la habeis hecho pero ha perdido las ganas de vivir. Es una pena.-comentó de nuevo con burla.