(Madrid) Por las calles.

- he a todo esto, ¿donde estoy? - Dise quitandose de encima y viendo que no tenia ni idea donde diablos se encontraba, Dasda podia correr bastante rapido y llegar a cualquier parte en segundos pero cuando paraba perdia su sentido de la orientacion.

- ¡Tienes que ayudarme! - Dise tocandose la cabeza con ambas manos, estaba perdido en quizas que lugar...

Me levanté del suelo y me sacudí la ropa, mientras echaba a andar calle abajo, ignorándole por completo.
No había tenido tiempo de pensar en nada, ahora, solo quería alejarme de allí.
Mis pensamientos volaron fugazmente hacia Pedro... se había quedado en el loft?? Lo cierto es que no me había preocupado.

- Dime donde estoy... - Dice poniendose ceri y tomando a la chica de un braso tirandoselo para atras y una mano apunto de darle un fuerte golpe en el cuello.

- Si no me miras no podras controlar mi sangre... ahora dime donde diablos estoy - Dise volviendo a su cara de chico perdido...

Le miré penetrantemente, con frialdad.

-Estamo en Madrid, España, Europa, planeta Tierra, sistema solar, Vía Láctea, Universo... te ubicas ya, ¿marcianito?-dije en tono compleamente irónico, mientras sacudía mi brazo para soltarme, y me quedaba encarada a él.

- Madr... Espera ¡como que marciano! - Dise pensando en como seria un marciano " valla momento para pensar en marcianos"

- Me llamo Dasda Galz mucho gusto - Dise separandose un poco de ella, le daba miedo, le faltaba sentido del humor o era posible que a el le sobrara...

"Me caguén la puta!..."

Pedro había salido tras los chicos, y corrió tras Luna y el chico que se había parado, vió que el chico la amenazaba y no dudó en actuar, saltó y le propinó una patada giratoria (al estilo de Chuck xDDD) a Dasda, lanzándolo unos metros lejos de ellos.

-Luna! Estás bien?-

Dijo acercandose definitivamente a ella.

-Qué ha pasado?!-

Preguntó algo incrédulo.

- No me jodas - Da un salto y le propina 10 patadas en la cara.

- Ja, nadie puede contra mi fuerza - Dise levantando su mano en V de victoria, Dasda era realmente un creido.

- ¿He lo siento estas bien? - Dise pasandole la mano para ayudarlo a levantarse.

-...qu...que coño ha sido eso?...-

Dijo Pedro mientras se levantaba, tenía las marcas de los golpes en el cuerpo y hasta le habían tumbado, sin embargo no le había dolido apenas, pero eso era normal en el, no acostumbraba a sentir dolor en los golpes.

-Qué coño eres tu?...-

Dijo reponiéndose.

- Soy una persona pero ella dice que soy un marciano - Dise apuntando a Luna que estaba que se sacaba los cabellos.

- ¿Como te llamas quieres ser mi amigo? - Dise estrechandole la mano, Dasda era una persona realmente extraña, o mas bien se hacia el extraño, ademas nadie parecia notar que no habia bajado la guardia en ningun momento...

Seguramente, aunque lo hubiera intentado, no habría podido explicarlo.
Me abrazé a Pedro, sin quitar la vista del tal Dasda, si no estuviera agarrada a Pedro, si no sintiera quehabía alguien que podría haberme vist, hace tiempo que le habría reventado la cabeza al correcaminos. Que pena que en milésimas de segundo se pudiera escapar... aún así... Me concentré de nuevo para inhabilitar esta vez, sus piernas y sus brazos.

-¡Vámonos!- dijé separándome de el chico, y tirando de su brazo. Antes de decir nada, quería que alejarle de Dasda, y además, dado sus últimas reacciones, yo tampoco quería estar cerca.

- Creo que puedo hacerlo, no puede ser tan dificil - Dise concentrado toda su energia y........... empiesa a caminar como una persona normal.


- Creo que tengo una buena noticia para el diario, Chica lanza rayos versus... - Dice alejandose y sacando su telefono celular.

- Alo, Sergio ¿te acuerdas de mi?, si si Dasda el que dejo ganar a tu hijo en el campeonato de lucha libre, nesesito que me hagas un favor... - Ya estaba cada vez mas lejos de los chicos.

Pedro corrió junto a Luna, echo un vistazo mientras huía y vió que el chico extraño no iba tras ellos, ese chico, que le había dado más de 5 golpes en menos de un segundo, un chico con una velocidad fuera de no normal...eso no podía ser humano, y de repente ahora parecía que no pudiese moverese...

Siguieron corriendo hasta asegurarse de que estaban lejos del alcance de ese chico, y se escondieron en un pequeño callejón, estaban jadeando.

-...Se...se puede saber...de donde ha salido...ese tio?...se mueve mucho más rapido que una persona normal...-

Dijo el Pedro.

-Y además, que ha pasado con esa mujer que ha reventado la puerta de tu casa?...parece que no podrás volver allí con esa loca por en medio...-

Soltó mientras recuperaba el aliento.

También jadeando, le miré a traves del flequillo. Sabía demasiado... Es más, sabía lo mismo que yo. Era cuestión de tiempo que descubriera que había una pieza que no encajaba en el puzzle, que precisamente era yo. Ya todo daba igual.

Me acerqué a él mucho, pero sin llegar a tocarnos. Cogí su cara entre mis manos y concentrándome regulé su pulso.

Si eso no servía de prueba... Desde luego, mi poder no era tan vistoso como los de la tal Elle, o el elemento de Dasda. Era más sútil, y quizá por eso más peligroso. Esperaba que no hiciera falta una explicación racional, puesto que no la tenía.

- Debo irme de aquí, la situación se me ha escapado de las manos -murmuré, más para mí que para él.

Pedro se quedó boquiabierto, solo con el contacto Luna le había calmado y su sangre corrió por sus venas de forma normal, que és lo que acababa de hacer la chica, era posible que tuviese un poder de la misma forma que el chico? era por eso que habían venido a por ella tirando al suelo la puerta de su casa?.

Pedro no sabía que estaba pasando, todo era muy extraño y pasaba demasiado rápido.

-Luna...si sucede algo...puedes contarmelo, quizás pueda ayudarte...quiero ayudarte...-

Le dijo cogiéndole suavemente de las manos, la verdad es que estaba un poco sonrojado desde el momento en el que la chica le había puesto sus manos en su cabeza.

Sonreí y me alejé un par de pasos de él, pero sin soltar las manos. Tenía la sensación de que necesitaba más apoyo que yo, que aunque, confusa, ya estaba aconstumbrada a lo sobrenatural.

- Ojalá pudiera darte una explicación racional. Pero ya sabes que me es imposible... -hice una pausa para respirar hondo, puesto que todavía no había normalizado mi propio pulso- Eh.. Eres muy amable pe-pero... no quiero que te involucres más en esto. Esa mujer venía a por mí y no sé que quería, el pánico me invadió y yo la.. eh.. en fin. No sé que esta pasando, y tampoco me da buena espina el tal Dasda. No quiero ni puedo dejar que te pase nada.

Oprimí sus manos entre las mías y le solté.

- Nunca me han gustado las despedidas...-murmuré con cariño, mientras intentaba sonreir.- Así que gracias de nuevo, Pedro.

Y eché a andar, fuera del callejón.

Pedro se quedó un poco parado, Luna se acababa de despedir de él y se iba, qué debía hacer? pararla? dejar que se fuera? lo hacía para protegerle, pero de qué? qué es lo que había que solo pudiese combatirlo ella?, tardó demasiado en reaccionar y cuando se dió cuenta ella ya había desaparecido...

Se quedó rato allí, solo, en el callejón, sin hacer nada, no sabía como tomarse eso, significaba aquello que nunca más volvería a ver a Luna?, acaso volvería a su casa? la loca esa le había lanzado la puerta abajo, y ahora sabía donde vivía, así que seguramente regresaría y por lo tanto Lun perdía su casa, que podría hacer ahora?...

Llegué de nuevo a la calle principal de Madrid, y andé a paso acelerado hasta un Starbuck cercano.

Estaba claro que aún no podía regresar a mi casa, tal como había predicho Pedro, sería demasiado arriesgado.

Pedí un chocolate caliente y fui a sentarme a una mesa de un rincón, cerca de la entrada, por lo que podía ver a la gente que pasaba frente a establecimiento, y yo pasaba parcialmente desapercibida.

No sabía cuando podría volver, pero esperaba que no demasiado tarde. Tenía que hacer una maleta rápida, y conseguir bastante dinero. No había pensado todavía donde ´podria ir, pero lo que tenía claro era que no podía quedarme en Madrid... Como narices me habían descubierto?? Había sido increíblemente discreta!!
Me quedé meditando todos los interrogantes que asaltaban mi mente, mientras observaba a la gente pasar.

- Que hambre tengo... - Dise caminando sin rumbo y viendo que habia llegado a un Starbuck se alegra bastante y apura el paso, este parecia bastante relajado y a pesar de haber visto a la chica de antes, este simplemente la ignoro y pidio un cafe y un croissant de arandano y se sienta en la mesa de al lado de la chica, enseguida saca su celular y llama a casa.

- Alo, Anya, me perdi en la carretera y llege a Madrid, dile a mi tio que no se preocupe - Dise esto y cuelga enseguida.

- Vamos a ver por que no devo tomar cafe - Dise tomando un sorbo de cafe, este vio que no le habia pasado nada y siguio tomando mientras se comia ese delicioso croissant aun si mostrar reaccion alguna ante la chica que ya habia notado su presencia y obviamente el tamien la de ella.

Me quedé pasmada mirando a Dasda, como tranquilamente cogía el café y se sentaba en la mesa continua, sin ninguna reaccion aparente de que le molestara. ¿Es que no iba a acabar nuca?

Ciertamente, no me parecía peligroso en ese momento, tan tranquilo y perdido, tomándose un... ¿café?

Cogí mis cosas y me sente en la silla de enfrente, en su misma mesa.

- Crees que es sano para ti beber café, corecaminos?? -pregunté con sorna.

- ¿Me explicaras que le hiciste a Elec-girl? - Dise dejando de tomar cafe tranquilamente y como recien notando su presencia le pregunta, el cafe parecia tener el efecto adverso en el,es mas toda su personalidad habia cambiado.

- ¿Crees que ocultandole la verdad a tu amigo, estas haciendo algo bueno? o... sera que ¿crees que eres un moustro por tener habilidades? - Dise volviendo a tomor leves sorbos de cafe, Dasda mas tranquilo en cada sorbo...

Reflexioné un minuto mientras observaba como bebía.

- De verdad crees que le oculto cosas?? Sabe exactamente lo mismo que yo -dije, omitiendo deliberadamente las otras dos preguntas.

- ¿Estas segura? tu amigo parecia saver mas de lo que parecia... - Dise rascandose la cabeza y pensando en alguna que otra cosa sin importancia.

- Ademas, le di mi rafaga de patadas, y no le dolio, una persona normal cae noqueada al instante, deverias fijarte mas de lo que pasa a tu alrededor - Dise todo calculador Dasda que ya estaba sacando sus propias conclusiones al respecto...

Abrí los ojos desmesuradamente, pero no me dejé convencer.

- A lo mejor es porque eres un flojucho, te parece lo suficientemente razonable? -murmuré, apartando el vaso de café de su alcance.

- ¿porqué? ¿porqué tenemos estas... habilidades?

- Hablemos con logica un tipo que resive 10 patadas en el cara ¿cae como si nada? - Dise quitandole el cafe a una velocidad impercetible al ojo humano.

- Hablas como si nuestras habilidades fueran un problema, y la verdad es que tu la haces tu problema, Cuando solo nesesias saver cuando y como usarlas - Dise tomandose todo el cafe de un sorbo.

- Claro que es un problema -dije alzando ligeramente el tono de voz- si m despisto puedo matar gente, ¿no lo entiendes? Tengo miedo de mí misma!!

Le miré confusa, no entendía como podía tomárselo con tanta tranquilidad. Por lo general, me gustaba mi poder, me hacía sentir especial, pero, tras los ultimos acontecimientos... ya no sabía que pensar.