Los Ángeles (Claifornia)

A las afueras de la ciudad de Los Ángeles se encontraban las mansiones más lujosas de la ciudad en una de las cuales vivo yo.
No os podríais imaginar como era... Cabrían hasta seis personas por habitacion. Mis padres ,claro está, tienen mucho dinero (Dicen que somos una de las familias más ricas de Los Ángeles) Pero a mí nunca me gustó... Estaba segura de que todos los amigo que tenía estaban con migo por las fiestas lujosas, las personas famosas. Nadie era de confianza.

Y alli me encontraba yo ,en uno de los cuatro salones que teníamos ,viendo la tele. Era de noche, De repente se fundió la luz de toda la mansion, estuve un buen rato llamando al mayordomo sin obtener respuesta, dado a que mis padres estaban
de viaje , me puse muy nerviosa al no ver a nadie en aquel pasillo oscuro que daba a las cuarenta y siete habitaciones que tenía la mansión...

Off: Tema movido, que estaba mal colocado ^^

On:

La luz no volvía. La luna llena asomaba en el cielo dandole a la enorme mansión un aspecto tétrico, digno de una buena película de terror, y la noche cada vez iba avanzando más. Tan solo se oían los pasos de la chica, que asustada, andaba por el pasillo. ¿Donde estaba la gente?

De repente se oyó un ruido, proveniente de una de las habitaciones del corredor. La puerta estaba abierta.

- Danna...-murmuró una voz desde dentro.

Era el mayordomo. Se encontraba en un estado pésimo, tirado en el suelo, con una fea herida en el estómago, que manchaba de sangre escarlata el suelo de la habitación.
El hombre, vacilante, levantó un brazo, en una muda suplica de ayuda.

Me quedé paralizada sin saber que acer, ahí, mientras él se desangraba. Acto seguido me acordé de un botiquin que había en la planta de arriba, en el baño. Subí corriendo las escaleras, todavía no me podía creer lo que estaba pasando. Cuando llegué arriba apenas se podían ver las habitaciones. Después de correr por el largo pasillo que recorría las cuarenta y siete habitaciones la encontré . Tras coger el botiquin bajé como si mi vida dependiera de ello. Pero cuando llegué al cuarto era demasiado tarde , había tardado mucho. Estaba atónita y me desplomé en el suelo. Estuve durante horas allí mirando aquella escena...

Off: Perdón por la tardanza, es que todavía tenía el shock del pobre mayordomo xD. Lo dicho, hago como que no he leido eso de que "me quedé HORAS miando aquella escena" porque no xDD.

On:

Fruto del shock (hoy es el día de la palabra shock xD) de ver al hombre muerto, la chica se desplomó sobre el suelo, lo que le permitió darse cuenta de algo. Sobre la alfombra en la que estaba el hombre tirado, había una palabra escrita en letras escarlatas, con su propia sangre. Era a la vez concisa y aterradora, y no permitía ser ignorada.

HUYE

Un ruido de algún objeto metálico al caerse sobresaltó a la chica. Había sonado muy cerca, probablemente a una o dos habitaciones... en el mismo pasillo.

salí corriendo hacia la puerta principal ,me apresuré a abrirla pero estaba cerrada con llave. En ese instante me acordé de la puerta que había de salida al jardín por el salón .Notaba que alguien me seguía,no paraba de mirar atras, entonces llegué ,y, ahí en medio de gran salón se erguía una figura oscura .Me dí la vuelta con intención de seguir corriendo , pero para mi asombró ya estaba delante de mí. Me fijé en aquella pálida cara de labios rojos ,enseguida me dí cuenta de que se trataba de una mujer .
Me agarró del brazo , estaba mui asustada, entonces ví como a la mujer la caía sangre de la cabeza¡¡La estaba matando!!
La mujer se desplomo en el suelo, estaba insconsciente ,pues me había dado cuenta y salí corriendo antes de matarla.
Salí al jardín , y me dirigí a la casa de mi mejor amiga que se encontraba en frente de la mía.....

Avril abrió la puerta somnolienta, con el pijama puesto y el pelo revuelto. La imagen típica de una persona que se despierta de madrugada. Hizo un intento de bostezo, pero abrió los ojos desmesuradamente cuando vio a su amiga.

- ¿Danna? ¡Danna! ¿Dios mío que te ha pasado?-exclamó, mirando asustada los restos de sangre en el cuerpo de la chica. La cogió por los hombros y la guió al salón, que estaba decorado de forma exquisita. La obligó a sentarse en el sillón mientras ella se sentaba en la alfombraa del suelo. - Vamos, cuentamelo.

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**Mientras en la casa de danna**

El asesino miró el cadaver de la mujer en el suelo del salón, mientras apretaba los puños. Se le había escapado. No volvería a suceder.
Y se desapareció en el aire, como si nunca hubiese estado ahí.

Estaba atónita, no podía ni parpadear, pensando en todo lo que me había ocurrido. Estuve unos segundos más mirando por la ventana, con la esperanza de que todo aquello no fuese más que un sueño. Recuperé el aliento y, tartamudeando, le expliqué todo lo sucedido.Acabado mi relato, observé que todo a mi alrededor se desvanecía.Me había desmayado. Debí de estar en ese estado una media hora, cuando me quise dar cuenta estaba en el hospital. Asustada miré a mi alrededor con la esperanza de encontrar alguna cara conocida.Me giré y encontré a Avril dormida en el sillón color crema que había junto a la ventana. Tras unos minutos se despertó despavorida, y corrió junto a mi cama.La calmé en un intento desesperado, no paraba de gritarme, en ese momento no sabía quien estaba más alterada.Diez minutos más tardelas dos nos calmamos.Ella perdió la mirada através de la ventana, observando el color verde intenso que adquirían los árboles en primavera.Entró una enfermera.

-Bueno cielo te van a dar el alta en 20 minutos, ahora te traerán tus cosas.-Me dijo la enfermera con una sonrisa de oreja a oreja.

En efecto, minutos más tarde, un enfermero trajo las pocas pertenencias con las que Danna había entrado en el hospital. Su ropa, sospechosamente limpia (dado que había llegado llena de sangre) y sin un sólo roto, su teléfono móvil de última generación y un sobre.

Spoiler:

Avril la ayudó a ponerse en pie cuando finalmente la dieron el alta y ambas salieron del hospital. ¿Es que su amiga tampoco se había dado cuenta de los cambios en el vestuario de su amiga? ¿O acaso sabía algo más?

- Ey Danna, ¿cojemos un taxi y nos vamos a tomar un café en algún Starbucks?- no era posible que se lo tomara todo tan a la ligera. ¿Es que no se daba cuenta de todo lo qye había pasado? Habían estado a punto de matarla...

Dentro de mí sentía una angustia desenfrenada al no comprender la gran tranquilidad que inundaba a mi amiga. Al entrar al taxi observé con detenimiento al conductor durante unos instantes. Tenía la piel pálida, unos ojos negro profundos (si la mirada matara...) y delgado. Nos mantuvimos en silencio durante todo el trayecto, hasta llegar a la puerta de un edificio cuyo portal era de rejas negras de tipo gótico. Avril, que se encontraba erguida a mi lado, con la mirada perdida en la perfecta simetría de la puerta del portal, me puso la mano en el hombro invitándome a pasar.Yo estaba inmovil.

-Eh...No íbamos al Starbucks?- Se me hizo un nudo en el estomago, giré para mirarla...

Off: Angustia desenfrenada??!?!? LOL XD

On:

Avril empujó a Danna contra la puerta, que se abrió vencida por el peso de esta, haciendo caer a la chica contra un frío suelo de piedra.
La amiga entro en la casa, haciendo una señal al hombre del taxi, que asintió y se fue, montado de nuevo en el vehículo.
Avril cerró la puerta, lo que hizo que la estancia quedaran en la semipenumbra, solo parcialmente iluminada por la luz que se filtraba entre los goznes de la puerta y algunos pequeños agujeros en la pared.

- ¿Cómo lo hiciste Danna?- la voz de la que había sido su mejor amiga durante años resultaba completamente distinta a la pequeña Danna. Fría e impersonal, desde luego no se asemejaba en nada a la chillona voz adolescente de siempre. ¿Cuántos secretos ocultaba Avril?

- La mujer que había en tu casa. ¿Cómo la mataste?

OFF: ¬¬

ON: Me recorrió un escalofrio por la espalda,no podía contener las lágrimas que me recorrían por la cara hasta llegar a mi barbilla y caer al suelo frío de piedra sobre el que me encontraba sentada.Al levantarme me encontré con su mirada, No,no era ella no podía ser aquella chica con la que me íba por las mañanas al instituto y con la que tantas cosas compartía.
Al final de la sala se abrió una puerta, entró un hombre de expresión malhumorada me miró de refilón y se puso al lado de Avril.

-Qu...quién éres-Inquirí nerviosa.No entendia nada-Porqué haces esto?-Seguidamente entró por la puerta una niña de cabello castaño y ojos claros.

Avril la observó friamente, como si evaluara sus reacciones con mucho cuidado. En el fondo, sabía que asustarla no era una buena idea. Ella no tenía ninguna habilidad especial como Danna, y sabía que en un principio esta se ponia fuera de control con experiencias emocionales excesivas.

- Roger.-ordenó con una voz aparentemente tranquila.

El hombre que acababa de entrar en la sala avanzó hasta Danna, que seguía postrada en el suelo. La joven, asustada, intento retroceder, pero se dio cuenta de pronto, que le era imposible. Su cuerpo parecía haberse vuelto piedra, y sus manos crispadas, soldadas contra la fría roca. ¿Por qué era incapaz de reaccionar?
Alzó de nuevo la vista consciente de que ya tampoco era capaz de mover la cabeza.

Los ojos azules, gélidos como hielo y transparentes como el cristal de la niña castaña, se clavaban en su asustada mirada, y como si pudiese leer sus pensamientos, esbozó una pequeña risa de aspecto diabólico.

Era ella, no había duda. Ella la estaba inmovilizando.

Avril observó el intercambio de miradas, satisfecha, y asintió con la cabeza, dándole una nueva orden silenciosa a Roger.

El hombre se postró en el suelo y saco de una especie de maletín una serie de agujas, que empezo a inyectar en la piel de Danna. La chica podía sentir el dolor pero sin embargo no podía reaccionar ante él.

- Tranquila Danna- comentó Avril mientras contemplaba el silencioso trabajo de sus dos misteriosos ayudantes- es una droga inofensiva. Sólo evitará que nos cortes en pedazos.

Danna sintió como poco a poco el líquido invadía su sistema sanguineo y las fuerzas la abandonaban lentamente.