(Madrid) Gran Vía --> Casa de Luna ^^

Llegé jadeante a lo más alto de la escalera y paré frente a la puerta del piso.
Me concentré en respirar mientras notaba como la sangre recorría mi cuerpo cada vez con más lentitud.
Esgrimiendo mi mejor sonrisa entré en la casa. Dejé las llaves en el mueble del recibidor, y lanzé la mochila con los libros en el sofá del salón sin moverme de la puerta. Las ventajas de vivir en un loft.

- Luna, cariño, ¿has llegado ya?

La voz de mi madre me sobresaltó ligeramente. Nunca me acordaba de que ultimamente llegaba a casa más pronto del trabajo.

- ¿Quién iba a ser sino, mami?- rezongué, mientras me dirigía a la cocina a prepararme un ColaCao.

Observé mi casa con tranquilidad, mientras metía la taza en el microondas.
Las paredes de un blanco deslumbrante, hacían un vivo contraste con los muebles tenebrosos, de maderas oscuras o barnizadas de color negro, con pinceladas rojas y blancas, como los cojines del sillón. Ciertamente nunca me había gustado la idea que tenía mi madre de decoración. Yo prefería las cosas más rústicas.

- ¿Hoy no venía un amigo tuyo a hacer un trabajo?

Sonreí a mi madre mientras sacaba el cacao del microondas, y aspiraba el aroma que despedía al abrir la compuerta.
Podía sentir con total claridad el ritmo frenético de su sangre. Estaba claro que tendría reunion o algo, y la idea de dejar a su hija sola con otro adolescente lleno de hormonas con patas, con la excusa de un trabajillo de historia, no era ni por asomo su plan preferido.

- En efecto... no le debe quedar mucho para llegar, así que voy a cambiarme, estoy harta del uniforme.

Noté como sus manos se tensaban y pensé en mil palabras que pudieran hacerla sentir mejor, pero estaba claro que no iba a ser posible.
Miré fijamente sus manos, crispadas sobre el periódico del día anterior, y me concentré.
La práctica y el tiempo, habían hecho que me fuese muy fácil relajar a mi madre. Tal vez porque era la persona con la que usaba más mis dones.
Su pulso pronto volvió a ser regular.

- Muy bien, pues más vale que trabajeis... yo tengo una reunion muy importante y tengo que irme ya.
- Bueno, entonces nos vemos a la hora de cenar... ¿Vendrá papá?
- No creo...
- Pues pediré unas pizzas. Avisame cando vayas a venir, para que no se queden frías.

Nunca, nunca, dejaba que mi madre cocinara. Sería ser un suicida en potencia dada la calidez de los platos.

- Entendido... entonces me voy ya.
- Hasta luego mamá, te quiero.

Observé como salía del piso, y subí a la planta de arriba, a mi habitación (la única con paredes), y me cambié de ropa, unos vaqueros y una camiseta de tirantes blanca.

Bajé de nuevo al salón y me conecté a Internet, buscando videos en Youtube, para entretenerme un poco mientras esperaba.

La chica estaba en su auto, mirando hacia el edificio donde había entrado aquella chica con caideles rubios.
Al poco tiempo, una mujer de aspecto mayor salió de la casa se le notaba un poco preocupada.
Elle, seguía observando la situación... tratando de saber la manera exacta de como entrar.

Un chico joven, con pinta de universitario llegó frente al edifício y tocó el timbre del piso, era el compañero que venía a hacer un trabajo con su amiga y esperaba a que le abrieran la puerta.

Sobresaltada, alcé la cabeza al oír el pitido del timbre.
Apagué la pantalla del ordenador y me dirigí a la puerta para abrir al chico.
- ¡Hola! Pasa. -contesté al telefonillo, mientras abría la puerta de abajo, y esperaba sobre el marco de la del piso a que el chico subiera.

El chico abrió la puerta y entró, al volver la mirada para cerrar la puerta vió una chica en un vehículo que miraba hacia él y que desvió la amirada al instante, el chaval no le hizo mucho caso, aunque le pareció al go extraño.

Subió hacia el piso de la chica y llamó a la puerta.

Abrí la puerta al joven mientras le brindaba una calida sonrisa.

- Hey, pasa.

Me hice a un lado para que entrase y cerré la puerta tras él.

-Holas ^^.-

Pedro entró en la casa y esperó a que la chica cerrase la puerta.

-Bueno, quieres empezar ya o hacemos algo antes para pasar el rato ^^?-

Le preguntó amablemente a la chica.

- Como quieras. ¿Te apetece beber algo?- le pregunté, mientrascolgaba su abrigo en un perchero, cerca de la ventana.
Observé con el ceño fruncido un coche que había aparcado en la acera. Llevaba allí demasiado tiempo.. y podía sentir que había gente dentro. Había un corazón latiendo.

Elle miraba desde dentro del carro, saco algo que parecía un radar y conecto su auricular al oido.
con eso podría escuchar las cosas que aquellos dos, hablaran pero tampoco estaba dispuesta a esperar todo el día.

-Claro, una cocacola estaría bien ^^, me mantendrá despejado para el trabajo.-

Le respondió el chico amablemente.

- ¡Bien!- respondí mientras me encaminaba a la cocina y llenaba dos vasos del burbujeante refresco. Los puse en una bandeja junto a una bolsa de patatas y fui hacia la gran mesa del salón, donde también estaba el ordenador.

- Una pregunta...-murmuré una vez estuvimos sentados- Cuando has llegado... no sé, ¿has notado algo extraño? -acabé de preguntar, con voz algo insegura. Quien sabe a lo mejor me tomaba por loca, ya que por lo general, no es una pregunta que se haga normalmente. Pero en mi mundo... ¿Qué era normal?

Elle escuchó aquella pregunta.
-Seguro ya se dieron cuenta.. joder-
Dice desde su auto y se pone a escuchar mas.. un solo indicio de algo extraño y tocaría a la puerta para entrar.

El chico se quedó quieto al escuchar la pregunta cuando a penas su mano estaba a escasos centimetros del vaso, luego giró la cara y miró a los ojos de la chica.

-No me esperaba esa pregunta...pero la verdad es que si, cuando iba a entrar al edifício he visto un coche de color oscuro aparcado en la acera de efrente, dentro había una chica que apartó la mirada cuando me fijé en ella, no le había dado importáncia, pero ahora que lo mencionas... -

Solté un gruñido por lo bajo y me incorporé en la mesa.

- Me disculpas un momento...?- sin esperar a su respuesta, entré en mi habitación (como ya he mencionado antes, la única con paredes) y abrí la ventana de un bandazo.

Me concentré en sentir la presencia que había notado antes, ahora más que confirmada por Pedro (era así? XD), y a acelerar su ritmo cardiaco.
Pocas veces lo había hecho a tanta distancia, y no estaba segura de los efectos que tendría, por lo que puse todo mi empeño en ello.

A lo mejor, asustada por su repentina subida de tensión, la persona del coche optaba por retirarse.

Elle comenzó a sentir el poder de Luna.. sabía que la chica hacía eso pero no pensaba que su poder fuera de tan largo alcance.
Como el ritmo era muy ligero tuvo que darse prisa para salir del carro rumbo a la puerta.
Toco con fuerza.. pero tranquilamente.. no quería perder la oportunidad de charlar con ese chica.

Pedro abrió la puerta de la habitación de Luna de golpe.

-Que pasa?! Te sucede algo?!?-

Le preguntó a la chica algo alarmado, la verdad es que esa situación empezaba a ser algo extraña y empezaba a dudar de que llegasen a ponerse a hacer el trabajo.

Elle se desesperó y con una descarga abrio la perrilla de la puerta..
Entró muy delicadamente a la casa.. lo que menos quería era que los chicos se asustaran.. ademas sintió como el poder anterior se había aplacado.
-hola ahi alguien en casa-
Hablo en castellano.

Mi concentración se perdió por completo al oír el repiqueteo de la puerta.

Me quedé mirando al chico cuando entró, sin una palabra. Entonces oí como la puerta se abría con un sonoro chasquido, y apartando con un suave empujón a Pedro, salí de la habitación.

Me quedé de frente a la mujer, que estaba en la otra punta del loft.

- ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? -pregunté entre asustada y molesta.

-Primeramente calmemonos, Soy Elle Bishop, trabajo para una compañia que..-
Miro al chico pedro.. no había indicio en que el tuviera algun poder.
-Podemos hablar a solas?-
Pide de la manera mas amable a la chica, quien parecía asustada por su presencia.

Por supuesto que noo!! Vamos Luna, no la conoces de nada, y por dios, mira lo qu ha hecho con la puerta!!!

- Salgamos fuera, tienes dos minutos.

Por lo general nunca aonstumbraba a oir a mi "conciencia", que me hablaba en los momentos más extremos. Sin embargo a ella no le había afectado lo más mínimo mi poder, al menos no visiblemente, y eso no era normal. Me daba curiosidad.

Me giré para dirigirle una mirada de disculpa a Pedro y salí del loft, sintiendo como la tal Elle me seguía.

Una vez fuera nos encaramos frente a la puerta, y la miré a los ojos, esperando a lo que tuviera que decir con expectación.

"Si hombre...no te voy a dejar sola en un marrón como este..."

Pedro, aprovechando que estaba fuera del alcance de las miradas de las chicas se dirigió hacia una ventana, la abrió y empezó a descender por el edifício hasta el piso de abajo, donde volvió a entrar por la ventana que daba a las escaleras, quizás el no tuviera ninguna habilidad, pero practicaba el parkour, y era muy bueno en ese deporte.

Una vez dentro subió las escalas en silencio, hasta encontrarse detrás de las chicas, donde permaneció agachado y escondido, obserbando y escuchando lo que pasaba, si Luna empezaba a tener problemas no dudaría en actuar y pararle los pies a esa extraña mujer que acababa de derrumbar la puerta de su casa.

Dasda no se habia dado cuenta a la velocidad que habia corrido por la carretera es mas ya habia llegado a la ciudad de Madrid y con tan buena o quizas no tan buena suerte de pasar y ver una chica abrir una puerta con estatica, electrecidad o lo que sea, quizas Dasda no tuviera la super vision de su tio, pero al correr una velocidad tan alta, podia ver bastante bien para no chocar con nada o que algo se le cruce en el camino, todas estas cosas lo hacian incrementar su velocidad de reaccion por lo que al pasar pudo darse cuenta de lo que estaba pasando ademas habia visto a un hombre bajar por las paredes, Dasda no se podia quedar quieto al ver una situacion como esta.

- Interesante... - Nadie parecia haber notado su presencia por el momento, asi que se escondio y comenzo a oir la conversacion desde muy serca.

La situacion era cargante, tensa, extresante. No sé como pudo pasar, pero sin plantearmelo, de modo completamente irracional, mi poder comenzó a funcionar. Sentí los escalofríos en mi espalda que notaba cada vez que usaba mi habilidad. Sin una palabra vi como a la mujer se le nublaban los ojos, y su respiración se aceleraba. Cayó al suelo desmallada.

Respiré nerviosamente mientras la miraba ahí tendida, completamente inmóvil. Mi poder actuaba cuando yo me ponía nerviosa o estaba asustada.

Dasda vio la situacion y enseguida corrio a ayudar a la persona desmallada sin importarle lo que la otra chica le pudiera hacer.

- ¿Que diablos le hiciste? - Dice afirmando a la otra chica Dasda habia salido de la nada , No podia dejar a esta chica hay tirada, podia ya estar muerta o simplemente inconciente la situacion era realmente peligrosa...

- Yo.. y-yo..-comenzé a tartamudear nerviosamente.

Víctima de la situación, eché a correr por la escalera, dejando atrás a la mujer y al extraño joven.