Visitando un ser querido (Málaga)

-Traidor...- es lo único que llega a decir Matías antes de caer desplomado al suelo.

El plan de Enrique había salido a la perfección. Unas personas que estaban allí corren hacia donde está Enrique al escucharlo gritar. Las personas se acercan al muchacho para ver que está sucediendo.

-Chico, ¿estás bien? ¿Qué sucedió?- dice una mujer dentro de la multitud.

El camión de los bomberos se estaciona en frente de la comisaría y varios bomberos bajan con las mangueras, corriendo hacia la comisaría para intentar apagar el incendio. Un par de bomberos se dirigen a donde está el grupo de gente con Enrique y Matías. Y luego aparecen dos personas más.

-¿Qué está sucediendo aquí?- dice uno de los bomberos.
-Señores, dejennos esto a nosotros- dice un tipo, aparentemente común sacando una placa del bolsillo -Agentes de Seguridad Nacional, deberemos llevarnos a estos dos muchacho, Enrique Quiroga y Matías Fernández-
-No sabía que Seguridad Nacional actuaba tan rápido- murmuran entre las personas de allí.
-Espósenlos a ambos, y al que está en el suelo coloquenle estos guantes- dice el agente misterioso a un grupo de policías que se habían acercado allí.

-Esto ya no me hace falta -murmuré; deje en las manos de los bomberos la pistola electrica, los paralizadores y la porra. La pistola la guarde, el por que fue una simple corazonada.

Mi plan salio a pedir de boca, Matías quedó como el malo y yo como el heroe. Ahora me interrogarian, crearia una historia falsa y me creerian, y si Matías soltaba lo de quemar cosas con las manos claramente yo ganaria. Ahora solo deberia esperar a la policia, la mayoria de los ciudadanos me ayudaban a retenerlo y yo simplemente esperaba. Aunque la espera no duro mucho mas de 1 minuto, varios tipos sin uniforme decian que se nos llevaban, eran de Seguridad Nacional. Mi plan se iba derrubando igual de rapido que la comisaria que teniamos enfrente, no era ningun terrorista ni nada por el estilo.

-¿Que es lo que pasa? -pregunté; estaba desorientado ya que habia algo que me llamaba la atencion, sabian mi nombre.

No opuse resistencia alguna ya que serian mas cosas en mi contra, simplemente me deje esposar y los acompañe. Junto a Matías. No me podia creer que me encerrasen junto al tio que recien habia traicionado, aunque tambien estaba el otro factor de que le habian puesto unos guantes ¿sabian sobre el poder de Matías? era demasiada informacion de golpe e intentaba buscar cosas que se me hubieran pasado. Si habian visto las camaras podrian saber lo de su poder o quizas ya sabian de el mucho antes. Me llevarian para obligarme a no contar lo que ha pasado en la comisaria o no que se mas. Aunque las unicas palabras que salieron de mi boca fueron estas.

-¿Podrian ponerle las esposas a la espalda? Seguro que lo haran pero quiero estar seguro -no queria verme luchando con Matías dentro del furgon.

Los policías esposan a ambos colocando sus manos en la espalda. A Matías le colocan los guantes. Luego ambos chicos son llevados hasta unas enormes camionetas negras que se encuentran frente a la comisaría. Colocan a Enrique en una camioneta y a Matías en la otra. Los dos son esposados a unas sillas de metal, fijas al suelo de los vehículos, para evitar que escapen. Los policías se alejan, se cierran las puertas de los vehículos y estos entran en marcha.

-Duérmelos- escucha una voz Enrique, y luego cae completamente dormido.

Las camionetas se alejan cada vez más y más de aquella comisaría, sin embargo, Enrique y Matías no tienen ni idea de cuan lejos están por ir.

Off: Continúa "Bunker antibombas", en Siria On: