(Barcelona) Puerto Olímpico.

Arturo llegó al Puerto Olímpico, en la costa, aparcó en medio de la calle, detrás de un furgón blindado con las siglas F.A.E.E. en el lateral, era el de su equipo de fuerzas especiales, delante suyo se alzaba el Hotel Arts, y a su lado la torre Mapfre, bajó de su coche y se acercó al furgón, salió Alberto, el francotirador, a saludarle.

-Hola Arturo, veo que has recibido el mensaje.-

-Efectivamente, cuál es la situación?-

-Verás, tenemos a un grupo armado en la panta 23 de la Tore Mapfre, tienen como rehenes a todos los trabajadores del piso, piden 50.000.000 de euros en efectivo, en billetes de 200 no consecutivos, y un helicóptero que los saque de aquí. Los negociadores de la policía ya no saben qué hacer, así que nos han dado el control de la situación a nosotros.-

-Así que saben lo que hacen...-

-Hemos averiguado que son unos 5 enemigos, quizás 6, los rehenes són 11 en total.-

Desplegó un plano del piso en una pequeña mesa que habían sacado.

-Tienen todo los accesos por escaleras y ascensor sellados, no se puede llegar a ellos desde abajo.-

Arturo se quedó un rato callado, pensando, estaba organizando su estratégia.

-Bien...quiero que lideres un equipo de francotiradores y nos cubres desde el Hotel Arts, que Manolo escoja el helicóptero y se prepare para venir a mi orden, el resto del equipo vendrá conmigo, subiremos al piso 22 y crearemos una abertura para colarnos.-

-Sí Señor!-

Alberto se retiró y empezó a preparlo todo mientras Arturo se ponía el chaleco, el uniforme y preparaba las armas, al rato los equipos estaban preparados, Arturo cogió la radio y pulsó un botón.

-Maestro al habla, Mono responda, Maestro al habla Mono responda...-

-Aquí Mono, el transporte está listo, ya pueden empezar.-

-Bién, nos comunicaremos todos por el canal 3.-

Arturo cerró la radio, hizo una seña con la mano y el equipo de Alberto entró en el Hotel para cubrirles, luego Arturo con el resto del equipo subió al edifício tomado sin que les vieran los terroristas.

Al rato los equipos estaban en sus puestos.

-Maestro a Ojo-loco, responda, Maestro a Ojo-loco responda.-

-Aquí Ojo-loco en posición, tenemos a 2 malotes a tiro y a 4 rehenes, el despacho más al sureste parece estar cerrado y sin uso por los terroristas, podéis abrir la abertura allí.-

-Recibido, corto.-

Arturo y el equipo se dirigió bajo el despacho en cuestión, prepararon una pequeña plataforma para estar más cerca del techo y empezaron a abrir un agujero sin hacer mucho ruido.

Finalmente lo lograron y entraron al piso en cuestion.

-Ojo-loco estamos dentro.-

-Recibido, os veo, buena suerte.-

Arturo hizo unas señales con la mano al resto del equipo, abrieron la puerta y un equipo de 3 personas continuó recto por el pasillo, Arturo y otro giraron a la derecha, hacia donde estaban los 4 rehenes y los 2 enemigos, los sometieron con dardos tranquilizantes y en sigilo, el compañero de Arturo se llevó a los rehenes por donde habían entrado.

-Quedan 7 rehenes, cambio.-

-Recibido-

-Recibido-

Los equipos continuaron haciendo el trabajo, hasta que solo quedaron 2 rehenes y un numero desconocido de enemigos en la única habitación, hicieron pasar un cable-cámara por debajo de la puerta y vieron a los rehenes sentados en sillas frente al pupitre y al otro lado el que parecía ser el jefe de la banda, sentado en un sillón.

Arturo se concentró, y vió el aura de los que estaban en la habitación, no, vió 4 auras, una de ellas era diferente.

"Que demonios..."

Al cabo de unos segundos Arturo hizo señas al equipo para que se retiraran y así lo hiciéron, ahora solo quedaba el y la gente que había detrás de la puerta, por suerte el equipo de francotiradores no podía ver lo que pasaba en esa zona, Arturo sacó la pistola, apuntó a la puerta y apretó el gatillo, al ser una simple puerta de oficina de madera barata la bala la atravesó sin problemas y le voló la cabeza al terrorista, después tiró la puerta al suelo y sacó a los rehenes, el equipo regresó para llevarselos y se volvió a ir, estaba solo en la habitación con esa otra aura, se giró y la obserbó.

-Eres invisible?-

Al decir eso un hombre pareció dibujarse de la nada, era un ofcinista sentado en el suelo con cara de asustado.

-Puede verme?...-

-No eres el primero con el que me topo que posee un don de dios.-

-Eres...eres como yo...-

Arturo se arrodilló frente al oficinista, se sacó el unos de los guantes y le tendió la mano desnuda.

-Si...-

El oficinista le cogió la mano, y luego Arturo se la apretó con fuerza.

-Tu don me será muy útil para luchar contra la maldad de este mundo, tu sacrifício no será en bano...-

-Qué!?...-

Pudo decir el pobre antes de morir, se le había parado el corazón, y Arturo había absorvido su aura y su poder, lo cogió en brazos y lo llevó abajo.

-E encontrado a este tipo escondido bajo una mesa, parece que no tiene pulso-

dijo mientras tendía al cadaver en una camilla y lo dejaba a cargo del médica que había al lado, fué hacia el resto del equipo, se cambió, hablaron un poco de la operación y empezaron a retirarse, Arturo regresó a casa.