Buscando Soledad. Las Vegas, Nevada

Había terminado de jugar, llevaba sus jeans super apretados, y su camisa de vestir blanco, su sombrero y chaleco. También usaba una bolsa nada llamativa en donde escondía su ganancia de aquella noche y tambien la pistola magnum calibre 26, ademas de la silenciadora (No se de armas, esa que no hace ruido XD).
Las calles estaban muy abarrotadas, era un barrio dificil pero aun asi no impedia que la gente fuera y viniera por todas partes seguramente porque podían defenderse.
Sus botas estaban comodas y su cabello castaño volaba con el viento de esa noche, estaba fría y bastante iluminada por los malditos anuncios de cada local.
Una barbería, un taller mecanico, un puesto de tatuajes.
Liri giraba su cabeza de un lado hacia otro, la gente no dejaba de aturdir todas las partes a donde su vision se enfocara... comenzaba a desesperarse.

Pero de pronto, como si fuese regalo del cielo, encontró una plaza la cual estaba completamente deshabitada. Era muy extraño pero al fin conseguía un lugar donde cualquiera puede aislarse... cualquiera valiente. Pues aquel lugar parecia siniestro, cualquiera podría asaltarte, violarte, matarte... Liri Lara ¿miedo a eso?. Jámas.
Había una rotonda la cual mantenia una fuente de agua bastante sucia, en su interior muchas hojas de color anaranjado flotaban junto con varios restos de polvo.
La plaza solo contenia cuatro bancas que estaban colocadas en el centro junto con la fuente. Alrededor se encontraban arboles del tamaño de un edificio.

Lirio se acomodo en la banca, para estar sola... con sus pensamientos. Ya había sasiado toda su hambre de apuestas y dinero. Esa noche como todas las otras se llevaba un botín inmenso gracias a su siempre extraña suerte. Pensaba en eso, y en su extraño detonante. En todos estos años, Lirio había descubierto que su inmensa "suerte" se manifestaba solo al palmear dos veces sus manos más sin embargo esto era todavia una teória, pues nunca se confirmaba dicho suceso extraño.

Mientras ella se preguntaba el porque de su raro descubrimiento una bomba callo en el suelo. Laramie siguio la ubicacion de lo que tenia que ser el lanzador. Entre los arboles estaba el culpable, que abrio sus alas para desplegarse del lugar. Una nueva "bomba" callo esta vez justo al lado de la pelicastaño, la cual comenzaba a experimentar el porque nadie visitaba esa parque publico.
La parbada de palomas levanto el vuelo y comenzo a "descargar" su furia contra el lugar. Lirio abrió los ojos de golpe ni de chiste iba a dejar que un monton de aves le surraran encima. Cerró sus ojos y palmeo dos veces con muchisima fuerza. Sus manos se escucharon sonoras y ardían al despegarse una de otra, el temor a "bañarse" en mierda la estaba llevando al extremo.

Y así fue como...

Número aleatorio (1,10) : 4

Y entonces algo muy extraño sucedió. A medida que los excrementos se acercaba a Lirio, estos se solidificaban y caían como si de granos de piedra se trataran. Al ir cayendo adoptaban un brillo cristalino, destellando luces de colores con el reflejo de la luz lunar. Parece nevar sobre Lirio, neva excremento. Frío, helado, congelado cae el excremento desde el cielo.

(Si, usaste Cryokinesis xD)

OFF: OMFG! Gracias Dios... Gracias!!! XDD ON:

Seguía cubriendo su cabeza con sus dos brazos, la bolsa de color negro insipido colgaba de su diestra. Mantenía los ojos cerrados, no quería que aquella avalancha de excremento la llenara completamente, aunque si se lo pensaba bien, anteriormente en su granja ya habría experimentado algo peor que eso.

Para su sorpresa el ambiente destilaba frialdad, aquella noche estaba templada pero en aquel lugar helaba a una manera crítica. Levanto su cabeza para percatarse mejor de la situacion, en donde anteriormente se encontraban las mierdas de palomas ahora las sustituían casquillos de hielo.
Liri Lara abrió un poco su boca mientras sus ojos se dilataban ligeramente. ¿Acaso su experimento había sido accionado?. ¿Acaso su teória de una irregularidad con ella era correcta?... No, aun era muy temprano para sacar una conclusion perfecta, aun así conocía que dicha "suerte" era accionada por sus palmas... tal vez el sonido, tal vez el dolor, tal vez la fuerza... o tal vez todo en conjunto.

Manobrió su melena castaña con su diestra, mientras se acomodaba su bolso hasta llevarlo al hombro. Lirio mostro un gesto extraño, seductor, fantaseoso. Continuó con sus explicaciones y despues de unos minutos en medio de aquel insonoro y penumbral ambiente por fin lo entendió. No había explicación alguna y tampoco importaba mucho, si poseía una irregularidad, un don, no se tentaría el corazon para usarlo a su beneficio, beneficio que se describía en una palabra, diversión.

Se levanto mientras caminaba hacia su siguiente destino, el bar que dejo atras hacía unos cuantos minutos antes le habría atraido la atención. Se llamaba "El incendiario" y aquel peculiar título le gustaba. Mientras sus pies se movian a un compas con su cintura que pavoneaba aquellos gluteos bien definidos gracias a sus jeans baqueros, su mente estaba cubierta completamente con una imagen del pasado, un recuerdo de la flama de las fogatas que de vez en cuando creaba en el granero.

Entró en el lugar inundada por su llameante imagen mental y tomo asiento en un banco que estaba frente a la barra, pidio una cerveza y miro hacia todas partes en aquel pequeño pero atractivo local. Buscaba sangre, carne, buscaba lo unico que le importaba en su vida... divertirse.

El ambiente del bar resulta bastante peculiar. El decorado del lugar encuentra el perfecto equilibrio entre la cultura vaquera y los elementos de los más modernos clubes nocturnos, una simbiosis tan única como perfecta, una fusión tan sublime como original. Las luces de neón en tonos cálidos, los decorados con montones de paja y algun que otro arbuso rodante, craneos de vacas, el uso del plástico y el metal en completa armonía con la madera y el cuero. En el centro del bar un toro mecánico, a un lado una mesa de billar, por otra parte una vieja rocola para poner lo que se desea escuchar. La barra no es la excepción del curioso diseño, la fusión entre su aspecto de barra de cantina del viejo oeste, con la implementación de trozos de aluminio, y unas luces decorativas, permanece en total consonancia con el resto del ambiente.

-Aquí tiene su cerveza- dice el barman extendiéndole la cerveza a Lirio.

No solo el ambiente es bastante singular, lo es también la diversidad de gente que se puede observar, tanto en terminos socioculturales, como en edad. Las personas no son muchas, pero si diferentes. Se pueden ver pequeños grupos de personas similares, reunidos por su similitud. Un par de jóvenes se sientan a ambos lados de Lirio.

A la derecha, un jóven muchacho que no tiene más de unos 23 ó 24 años. Cabello oscuro, ojos negros. Vistiendo unos jeans y una camisa azul. Posiblemente algún estudiante universitario de vacaciones. En contrapartida, a la izquierda, un hombre de 30 años. Típico vaquero, con sombrero incluído. Cabellos castaños rojizos, bastante claros, y ojos azul-verdosos. Ambos saludan a la mujer al sentarse, notándose claramente la diferencia social que se percibe en el bar.

-¿Qué hace una señorita como usted en un lugar como este?- le dice el tipo de la izquierda a Lirio, hablando con ese característico tono vaquero en la voz.

Las pequeñas luces de neón comenzaban a hartarla. Y es que era verdad que Lirio no podía permanecer en un lugar pues siempre estaba en constante movimiento, constante búsqueda. El simple hecho de pensar en quedarse varada en un solo sitio, le aterraba. Fue por esa razón que sorbió su bebida de un solo trago, pasándose una cantidad de líquido considerable, acomodo su bolso de color insípido para prepararse a retirar.

No se supo si fue el viento o inclusive los mismos cuerpos los que rozaron los brazos desnudos de Lirio. Dos hombres, uno con su cuerpo fornido, típico de aquellos que montan toros y luchan con caballos. Su rostro era rubio como el de la chica y su vestimenta se asemejaba mucho a la de ella. Un vaquero en toda regla. En su contraparte el otro se notaba mas joven, con un conjunto muy normal y simple y un rostro de bebe en un cuerpo firme, de hombre, aunque el mayor se lo llevaba por mucho. Lirio pudo apreciar que el pequeño tenía una piel bronceada que casi brillaba con las pocas luces del lugar.

“Interesante”. Dijo en su mente mientras movía su cabeza para abarcar todo en sus nuevos “juguetes”.

Como era de esperarse el que se notaba de más experiencia y edad comenzó a hablar, su acento y su porte ya los conocía. Toda su vida trato con gente similar y ella buscaba nuevas experiencias, mas sin embargo no era ningún delito, “jugar” un poco.

Mientras el sujeto decía su oración, Lirio miraba al joven mientras formaba varios gestos provocativos con su lengua y labios, el menor comenzó a sentirse incomodo… pero así como llego se fue pues ahora la pelicastaño volteaba su cabeza para encararse contra el vaquero. Sus brazos estaban apoyados en la barra por lo tanto la posición era algo reveladora, sus glúteos seguramente estaban a la vista.

La melena castaña giro junto con su atención, era impresionante aquel cabello que en esos momentos estaba libre pues el sombrero previo lo había arrojado a la basura, simplemente Laramie se aburrió de el.

Con su mirada atragante y sus gestos peculiares contesto a la pregunta del vaquero.

-Buscando… diversión- Dijo mientras sonreía con gracia. –Aunque dudo mucho que tu puedas dármela-

Escaneo con sus ojos el cuerpo completo del hombre y para darle un pique mayor movió su cabeza y atención al joven universitario el cual trago saliva. Hasta el barman se dio cuenta de la indirecta, Lirio abiertamente estaba comparando a los dos machos. Pero su intención era algo mas planeada. Su diversión seria ver a aquellos dos pelearse por ella, eso si que le pondría ambiente al lugar

De nuevo mostró la atención al vaquero usando su índice para tocarse la cien y con el resto de la mano en forma de puño acariciarse la mejilla… le tocaba esperar a que su veneno surtiera efecto.

EDIT: Ahí lo arreglé, simplemente editalo y borrá todo lo que dice font=Times New Roman xD

Un pequeño aire de tensión comienza a percibirse en torno a Lirio y los dos hombres. Sin duda alguna la mujer estaba "testeando" a los dos hombres, tanto al universitario como al vaquero. El mayor sentía la clara indirecta de Lirio, su experiencia le permitía notarlo. El joven, como si de un animal se tratara, cae en la trampa ciegamente.

-Seguro que está muy oxidado para divertirte, necesitas a alguien más joven...- dice mirando al vaquero con un claro desprecio -Alguien como yo...- termina susurrando al oído de Lirio mientras se acerca más a ella.

El vaquero hace una mueca poco expresiva que parece una media risa, pero esconde sus dientes apretados por la actitud del joven. La tensión comienza a crecer. El vaquero se observa a su "enemigo", el plan de Lirio había entrado en marcha.

-¿Piensas que ella preferirá a un debilucho e inexperto como tú, antes que a este vaquero que podría derribarte de un soplido?-
-Perro que ladra no muerde, o eso dicen...-

El joven, acaricia con las yemas de sus dedos los cabellos de Lirio, en total actitud descarada.

-Y bien, que eliges, ¿el carro con caballo...- dice refiriéndose claramente al vaquero -...o este coche todoterreno?-

Liri comenzaba a excitarse, el pleno dislumbró de diversion ya estaba puesto, la carnada había sido tomada. Una sonrisa maquiavelica se formo en su rostro, aunque ellos estaban muy ocupados fanfarroneando y presumiendo.
Movió su melena castaña cuando sintió el tacto del joven, el hecho de que estuviera divirtiendose no mostraba que fuera alguien facil, ademas aquello podría interpretarse mal.

Sus labios se movieron rapidos e insitantes. Mientras con sus movimientos abarcaban a los dos hombres, comenzó a hablar y las palabras salian como quien le habla a unos mocosos rebeldes.

-Ja-

Rió descaradamente ante las ultimas palabras del joven.

-¿Y piensas que con simples insultitos ya podre decidir?. No, si quieres que escoga entonces dame algo de que sostenerme, quiero las razones para poder decidir bien-

Y esque las palabras eran claras, Lirio no se decidiría hasta que no hubiera un "reto" que mostrara las "habilidades" de los dos, uno contra el otro.
La mujer meneaba sus cabellos con el dedo indice de su diestra, mientras daba otro sorbo a la bebida que anteriormente había pedido, cuando los sujetos estaban "discutiendo".

-Si de decidir se trata yo propongo un duelo- dice el vaquero mientras se acomoda el sombrero.
-¿Un duelo?- dice el joven algo confundido
-Si, un duelo. De tres partes, primero, el que resista más en el toro mecánico. Luego el mejor de tres en un pulso. Y para finalizar...-
-Para finalizar dejemos que la señorita aquí decida qué más quiere que hagamos-
-Me parece justo- asiente el vaquero

La tensión se relaja por un momento, los hombres ya no solo van a competir por una mujer sino a que a su vez van a medirse el uno con el otro.

-¿Bueno, que quiere que hagamos?-

Off: Post de bajo coste de imaginación xD On: