Shibuya ciudad de la muchedumbre

Off: No sé si tenías algun moderador, pero como nadie te postea tomaré tu historia On:

Ara camina tranquilamente por la calle cuando de pronto un chico de unos 20 años se choca con ella. Una gran cantidad de papeles se le caen al suelo en el choque. Un vaso de café que llevaba cae encima de él ensuciándolo completamente. Sin embargo el chico parece no reaccionar sino que se queda mirando a Ara por unos momentos, luego vuelve en si y comienza a juntar los papeles que se le habían caído. Por lo visto el chico es un estudiante ya que lleva una pesada mochila en la espalda.

-Oh... No... No, yo me encargaré de eso...- dice el muchacho algo nervioso -Yo... Mi padre tiene una tintorería, no se preocupe... Fue mi torpeza, con esta pila de papeles no pude verla, discúlpeme...-

El chico se siente realmente avergonzado, y un poco apenado.

-Si quiere le entrego una tarjeta con la dirección del local. Yo estaré allí, así que no habrá ningún problema. Y disculpas otra vez...-

-Ahora mismo tenía que llevarle estos papeles a mi jefe, trabajo en unas oficinas por aquí cerca. Ya estaba por terminar mi turno, pero olvidé que tenía que terminar estos presupuestos, duplicarlos y llevárselos- responde el chico mientras revisa que los papeles no se hayan ensuciado -Igualmente parece que hoy no es mi día...- dice suspirando mientras se dispone a continuar caminando.

-Ahora que lo pienso no nos hemos presentado, me llamo Kato Nishira...- dice mientras disminuye un poco su velocidad al caminar, intentando evitar chocar con alguien más -Y tú, ¿cómo te llamas?-

Kato observa atentamente hacia el cartel, y luego mira a Ara. Continúa caminando callado por unos momentos, algo en un mente lo tiene como "ido" de la realidad.

-Ya te recuerdo, tú estabas hoy, en la reunión... Te vi en el hotel, estuve allí porque estoy trabajando en un proyecto para una expansión que tendrá el hotel... Dudo que me hayas visto porque yo solo estuve unos momentos-

Kato se detiene, han llegado al edificio de oficinas, así que se dirige a la puerta.

-Si quieres acompañarme pasa tranquilamente...- le dice mientras abre la puerta como puede para entrar.

-Sígueme, que entrego esto y luego me marcho...- dice Kato caminando hacia el elevador.

Una vez dentro Kato presiona uno de los botones y el ascensor comienza a subir. Luego de unos instantes se detiene y salen de allí en dirección a una oficina.

-Espérame un momento, por favor- le dice a Ara, mientras entra a la oficina de su jefe y deja los papeles sobre el escritorio -Listo...-

-¿Quieres ir a algún lugar en especial?...- dice Kato mientras los dos caminan hacia la salida del edificio.

Una vez que llegan a la puerta, Kato la abre para darle paso a Ara. Luego sale y cierra la puerta detrás de él. Da un gran suspiro, está agotado.

-¡Qué día que ha sido complicado!...- resopla con la voz algo baja, como hablando para sí mismo.

-Bueno, vamos...- dice Kato mientras gira en una esquina, como guiando a Ara.

Siguen avanzando los dos cuando de pronto se escucha un fuerte golpe. Kato gira su cabeza rápidamente al escuchar el impacto y lo ve, un accidente de tránsito, dos coches acababan de impactar. Se ven trozos de vidrio y metal, y mucha sangre por todos lados. En medio de la calle, un hombre tendido en el suelo, aparentemente sin vida.

-¡Hay que ayudarlo!- dice Kato y sale corriendo a la vez que tira su mochila al suelo, acercándose a donde está el hombre, para ver en que estado está -Llama a una ambulancia, y también a la policía...- le grita a Ara mientras se tiende al lado del sujeto ensangrentado.

-¿10 minutos? No lo resistirá...- dice Kato mientras observa como el hombre pierde demasiada sangre, sobre todo en una herida que tiene en el hombro y otra en el pecho.

Se quita la campera que tiene y rasga una de las mangas. Con el trozo de tela le ata un torniquete alrededor del brazo. Luego comienza a presionarle el pecho, para evitar que siga saliendo la sangre. Un hombre y una mujer se le acercan intentando ayudarlo.

-Revisen el otro coche por si hay algun herido- le dice Kato a la pareja que acababa de acercarse.

Afortunadamente los que iban en el otro coche no tienen más que algunas pequeñas heridas y algun moretón, pero se encuentran bastante bien. El hombre mueve lentamente su cabeza, y comienza a cerrar poco a poco sus ojos.

"Maldición, ¿por qué demoran tanto?"

El hombre no resiste más. Cierra completamente sus ojos. Ha muerto.

-Lo perdimos...- dice Kato algo decepcionado -Otra vez, lo mismo...- se dice a si mismo en voz alta.

Kato mira a Ara algo triste, con un extraño sentimiento de culpa, pero algo lo sobresalta.

-Ayúdame...- logra escuchar y al darse vuelta ve al hombre que acababa de fallecer pidiéndome ayuda -Ayúdame...-

De pronto todo parece oscurecerse para él y para Ara. Cuando Kato abre los ojos se encuentra nuevamente en su casa. Acaba de amanecer.

-¿Pero qué?...- dice Kato algo asustado observando a su alrededor.

Ara despierta y al abrir sus ojos nota algo extraño, todo parece ser igual que... ¿ayer?

Off: Disculpa la demora, ahora pude postear, sin embargo hasta el fin de semana que viene dudo que hay otro post. Desde ahí retomo mi ritmo normal de posteo On:

Los minutos se pasan pero Kato no aparece, algo es diferente, algo está saliendo mal. De pronto un automóvil rojo se detiene al lado de donde está Ara.

-¡Ara!- grita desde adentro un hombre mientras baja la ventanilla del auto -¡Soy yo, Kato!-

Kato le hace una señal con la mano a Ara. Sin duda alguna algo le había sucedido a los dos, y de alguna manera el día había comenzado a empezar otra vez.

Kato comienza a acelerar mientras le habla a Ara.

-No sé que sucedió, pero por lo visto el día volvió a empezar...- le dice Kato hablando rápidamente de los nervios -Eso si, creo que entiendo qué tenemos que hacer... Antes de que nos desmayáramos y todo volviera a comenzar el hombre que estaba muerto... Sonará extraño pero... Me pidió ayuda...-

Se hace una breve pausa, dado lo confuso de la situación.

-Estoy seguro de que debemos evitar ese accidente de alguna manera...-

Kato continúa conduciendo. A lo lejos, dentro de alguno de los automóviles que van por la calle, alguien los observa, los está siguiendo, sin que puedan notarlo.