Manhattan "Reflexionando"

Los constantes dolor de cabeza lo tenían agotado. Los pensamientos, todos eran confusos y extraños. Después de que escuchó a un hombre, su plan era robar un banco, se lo advirtió a un policía y todo mejoró. Pero él no, sabía que lo que escuchaba eran los pensamientos de las personas, pero ¿por qué él? Él no había pedido algo como esto. Investigó. Investigó en Internet este tipo de cosas… “Telepatía” ¿Así que esto es? Le esto era interesante, claro está que sería mejor si la controlara.

-(Telepatía… Telepatía… Telepatía)- repetía constantemente esa palabra en su cabeza ¿Un hospital? Eso no lo podrá ayudar ¿Entrará y dirá “puedo escuchar los pensamientos de los demás”? quizá un psicólogo, o alguien experto en esas cosas. ¿Sus padres? No, quizás no lo comprenderían. Esto solo lo sabrá él.

-Bien… -dijo en voz baja mientras se ponía unos auriculares. Estaba esperando el metro y la música evitará que los pensamientos invadan su cabeza. Pero algo, algo no le gustaba de esto. Decidió dejarlo para otro día y salio de ahí. Su apartamento no estaba lejos. Quizá 1 km, le haría bien caminar y descansar de todo eso.

-(debe haber mas personas, al menos debe haber una aquí en Nueva York) -pensaba mientras caminaba, escuchando música.-

[Bueno, esta es mi “Introducción” xD si hay algo malo que deba corregir, díganlo ^^]

De pronto, como si alguien pasara demasiado rápido por su lado, Chris sintió un fuerte empujón en el hombro.

"Chtsss malditos niños de hoy en día.. ya no ven ni por donde andan"- una suave voz femenina acompaño el pensamiento en la mente de Chris.

Pero.. Allí no se veía a nadie.

Las pisadas prosiguieron a espaldas del joven, que se dio la vuelta aturdido, mientras "oía" como los pensamientos se alejaban, pues estos habían captado su atención a pesar de la música que martilleaba sus oídos.

Varios segundos pasaron, estando libre de todo pensamiento pero algo se pudo sentir a su lado. A pesar de la música que estaba a todo volumen, pudo escuchar el pensamiento de alguien, era una mujer. Rápidamente miró hacia atrás pero no había nadie; bueno, no a la persona que escuchó.

-(Esto es extraño) pensó mientras quitaba los auriculares y caminaba hacia atrás, Trataba de escuchar de nuevo esos pensamientos pero estos se hacían mas débiles con el tiempo. Avanzó rápido, incluso cerrando los ojos para evadir cualquier otro pensamiento, concentrándose en el de aquella mujer. Esto le parecía extraño ya que cuando lo escuchó nadie estaba a su lado.

-(Sé que debe estar por aquí)

En ese momento, se produjo el silencio, desapareciendo todo rastro de aquella "persona".

Habían llegado a un oscuro callejon de aquella avenida de Manhattan, que era digno de una buena película de misterio.

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Spoiler:

En el silencio, solo se oía la reverberación de los cascos de Chris, y la respiración de este.
Cuando de pronto, se oyó un sonoro golpe a su izquierda, y la joven que había perseguido se hizo visible.

Spoiler:

Sus ojos azules se clavaban en los del chico, exáminandole con frialdad.

- ¿Quién eres? ¿Qué quieres?-preguntó cruzando los brazos sobre el pecho.

Kai continuaba caminando hasta que los pensamientos de esa chica desaparecieron. No se rindió en su búsqueda y continuo hasta llegar a un callejón, sí, quizá este sería un buen lugar para que esa persona se ocultase. siguió hasta llegar al fondo y luego, inesperadamente la chica apareció a su lado.

-¿Quien soy?... Bueno, mi nombre es Kai. ¿Tú quién eres? -preguntó con algo de curiosidad mitras la miraba a los ojos ¿Era invisible? era lo único que pensaba ahora, sí, ella era invisible ¿De qué otra forma podría explicarse? aunque quizá sólo estaba algo emocionado que pensaba que encontró a otra persona como él.

-No te vi antes... pero pude escucharte y sentirte..

La chica abrió mucho los ojos, confundida.

- ¿Qué me escuchabas? ¿Cómo?-dio un par de pasos hacia atrás, aún sin presentarse.

No comprendía como la había escuchado si ella no había abierto la boca en el camino hacia su casa, cerca de aquel callejón. La gustaba pasar desapercibida por lo tanto, su capacidad de volverse invisible le era muy preciada, pero ese chico... tal vez... ¿fuera especial también? Nunca nadie la había sentido, ni la había seguido, claro.

- Me llamo Sofía... y bueno... te propongo que.. investiguemos como ha ocurrido esto. -dijo, mientras levantaba una mano, y volvía todo su brazo invisible. - No sé como has hecho para dar conmigo.

Su carácter era hostil, como era de esperarse. Tras unos segundos volvió a hablar pero esta vez parecía dispuesta a hablar y explicar eso, Sofia levantó uno de sus brazos y este se desvaneció en el aire.

-Esa es una buena habilidad... Si quieres saber cual es la mía... Mmm Ya sé, algo para demostrártelo, piensa en un numero del 1 a 1,000,000. -dijo sonriendo y cerrando los ojos, tratando de concentrarse en el pensamiento de la chica. Mientras hacia eso el también se presentó.

-Por cierto, mi nombre es Kai Bradley.

Sofía alzó una ceja, divertida, mientras sonreía.

- Probemos...-dijo en tono burlón, ya pensando en hacer trampas desde un principio.

"0"

- Lo tengo. Y un placer conocerte, Kai.

Un solo pensamiento llegó hasta la mente de Kai y mientras sonreia, caminó hacia ella. Nunca nadie habia hecho eso que hizo ella, en realidad esta chica era sorprendente.

-Lo tengo... Es 1,789.... -hizo un movimiento con la mano negando lo que acababa de decir.- En realidad es 0 ¿Acerté? -le preguntó abriendo los ojos.-

La chica abrio la boca asombrada, para volver a cerrarla segundos después, recuperándose y adoptando de nuevo su expresión fría. No tardó en unir hilos.

- Así que... lees el pensamiento... por eso me has "oído".-murmuró mientras le miraba más fijamente.

Es alucinante... debería... sí, voy a hacerlo.

La chica cabeceo un momento, antes de sacar un pequeño teléfono móvil plateado del bolsillo de su chaqueta, y marcar rápidamente un número.
Mientras esperaba la señal de la llamada, volvio a fijarse y dirigirse a Kai.

- No somos los únicos con extrañas habilidades, Kai. Te llevaré a un sitio. ¿De acuerdo?-esbozó una agradable sonrisa, para inspirarle confianza.

-Sí, esa es mi habilidad. Aunque es malo si no puedes controlarlas... Ése es el porqué de los auriculares. La música crea una barrera contra pensamientos no deseados... -hablaba mientas tomaba su celular y escribía algo, vio que la chica también hacia algo: Una llamada. ¿Para qué? Terminó de enviar el mensaje y sonrió al escuchar lo que esta dijo. ¿Un lugar para personas especiales? No le daba mucha confianza y no quería leer sus pensamientos para averiguarlo. Se limitó a sonreír mientras asentía con la cabeza.

-De acuerdo, ¿Donde es? -preguntó-

- Entiendo... eres una persona muy interesante.-la chica le guiñó un ojo, cuando contestaron a la llamada.

- Leo, soy yo.
...
- He encontrado... miento, me ha encontrado un chico, llamado Kai.
...
- Entiendo... no tardaremos mucho.

La chica guardó el móvil con un rápido giro de muñeca tras colgar, y se acercó de nuevo al telépata.

- Esto es divertido... ya te están esperando.

Con suavidad, se cogió al brazo de Kai y cerró los ojos fuertemente durante unos segundos. De pronto todo cambió, seguían en el mismo sitio, viendo... casi lo mismo. Kai observó su piel, ahora invisible. Sin embargo, podía ver a la chica.

- Aún lo estoy perfeccionando -comentó ella con un chasquido- ambos somos invisibles, pero tu no te ves a ti y si a mi, y yo no me veo a mí y sí a ti... tengo que entrenar.

Volvió a extender una sonrisa mientras le llevaba un par de calles arriba. Se detuvo frente a un aparcamiento, obsevando fijamente los automóviles. Sus ojos brillaron al reconocer uno de ellos, un volvo de color negro, aparcado casi al final.
Sin dejar de mantener el contacto con Kai, probablemente por que sin él no era capaz de mantener su habilidad, le llevó hasta el vehículo y le miró antes de abrir la puerta.

- ¿Qué? ¿Te atreves? Podrás encontrar muchas respuestas. Si necesitas algo, de todos modos, puedes entrar en mi cabeza.

La observaba mientras llamaba. ¿Qué era? ¿A quien llamaba? Varias preguntas rondaban por su cabeza pero no quería entrar a la mente de ella. Sólo lo haría cuando fuese necesario y no quedara más opción. La miró de nuevo cuando esta lo tomó del brazo.

-(¿Qué hace?) Pensó Kai para después "Desaparecer". Se sorprendió tanto al punto de sentir algo de temor. No, no era temor, era una sensación que le gustaba. Todos estos riesgos y situaciones que seguían. Ya las esperaba.

-En verdad es increíble... -le dijo viéndola. Caminaron un par de calles hasta llegar a un auto. ¿A esa persona llamó? Aun mantenían contacto físico. Esto le hizo darse una "Idea" sobre la habilidad de ella.

-No te preocupes. No entraré a tu cabeza, la mayoría de los pensamientos que llegan son sin que esté consciente de ello. Los pensamientos muy fuertes, ya sean de tristeza, felicidad, furia o desesperacion llegan solos. -dijo acercándose al auto- ¿Y Bien, qué esperamos? -dijo riendo.-

- A nadie-dijo ella tratando de poner voz misteriosa.- Yo conduzco.

Por fin, soltó su agarre, y dio la vuelta al coche para colocarse en el lado del copiloto. O al menos, eso indicaban el sonido de sus pisadas, puesto que ahora, era invisible para Kai.
Con un rápido pensamiento, indicó al chico que subiera al volante, pero no le dio las llaves.

Kai no podía verlo, pero Sofía vigilaba a través del cristal todo el aparcamiento, y la tensión de su mente, también podía sentirla el chico.

- Vamos-murmuró bajito, mientras tocaba a Kai para que pudiese verla, y hacía una seña para que se cambiaran de asiento dentro del coche.
Una vez efectuado el cambio, volvió a ser completamente visible, y arrancó el motor.

- Pronto entenderás mis precauciones, descuida...-dijo quedamente, mientras entraba en la carretera que llevaba a la autopista, y encendía la radio, donde sonaba suave música pop.

- Y bueno Kai, ¿que me puedes contar de ti?


OFF: Se acercan la marcha, los tiros y la sangre yeah XDD

Kai no entendía los movimientos y planes de ella pero confió y ejecutó su "Plan" para cambiar de asiento. Comenzó a conducir y encendió la radio dejando escuchar varias canciones pop. Kai sonrió mientras veía por la ventana y contestaba a su pregunta.

¿De mí?... Mmm de acuerdo. Tengo 20 años, estoy estudiando Fotografía y medicina Aunque esta ultima era antes de que se manifestara mi habilidad... Quizá la cambie por Criminología. Es algo interesante esta carrera. Mi madre es maestra en la universidad que estudio y mi padre es Abogado originario de Finlandia. ¿Falta algo más?... -se preguntó en voz baja mientras la veia. Parecía distraída con algo, todas estas precauciones que se tomaba ¿Para qué eran? Si las cosas se ponían difíciles tendría que entrar a su mente. ¿Y bien, qué me puedes contar de ti?

La chica sonrió sin apartar la vista de la carretera antes de responder.

- Me llamo Sofía, tengo 18 años, no me gusta la verdura y sé hacerme invisible.-comentó ella divertida, mientras se giraba ligeramente para ver su reacción. - Jeje, tranquilo, ya me conocerás más. Pero más tarde, hemos llegado.

La chica condujo el coche hasta un parking pequeño donde ya había otros coches aparcados. Era un terreno lleno de jardines, cercado en un costado por las ruinas de un viejo castillo, y en el centro, una casa de aspecto muy moderno, minimalista.
Sofía apago el motor y respiró hondo antes de volver a mirar a Kai.

- ¡Vamos!-exclamó alegremente, mientras abría la puerta del coche y le invitaba a hacer lo mismo.

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