Preámbulo de una tarde en silencio.

por **Sebasthian D. Alex** Vie Abr 03, 2009 9:52 pm

Sebasthian D. Alex: -La tarde se tornaría tranquila, el cielo se teñiría con la mezcla de oscuridad y los inútiles intentos del sol por tratar de imponer su gracia iluminada, el estaba por "morir" (El sol), en la acera de aquella calle se escucharía el paso pausado del caminar de un joven de atuendo no tan holgado de estilo casual, al parecer él trata de pasar desapercibido, ensimismado en sus pensamientos, no notaría a la gente a su alrededor, despreciaría el ladrar de los perros que alboroto hicieran fruto de su naturaleza, no mostraría interés en aquellos vagabundos que sentados reclaman un poco de lástima por aquellos que pidieran tener algo que les ayude a sobrevivir, ni mucho menos se percataría de la sombra que lo sigue ya desde tres calles más arriba, después de todo éstos son mis dominios, murmuraría para si como quien tratara de cuestionarse.- ... Parece que va a llover.

Figura Misteriosa: -Se representaría con un atuendo algo elaborado, casaca, pantalón, zapatillas, aunque esto no era lo que le caracterizara, él es más que una figura misteriosa, había puesto sus ojos en la presencia de Sebasthian, tenía algo de miedo, pues posiblemente era la primera ves que cometería este tipo de trabajos. ¿Qué trabajo será?, no importa, aún así sostiene fuertemente oculto entre su casaca aquella Vendetta 9mm, no puedo dejar escapar a una persona así..., esperaría pacientemente el momento en donde la oscuridad le de la ventaja, cerca de un callejón, con minúsculos rasgos de iluminación, vaya mi día de suerte se diría, sin importarle ya más, se dirigiría raudo como el viento, como si un espectro le obligara concretar su acto, aparecería en frente de Sebasthian, evocando algo confuso, pero seguro.- De... déme su billetera. ¡¡Rápido!! -Le apuntaría como quien amenazándole a quemarropa, no hay nadie a su alrededor, algo has de tener.-

Sebasthian D. Alex: -Tendría poco tiempo para pensar, en realidad le estaban apuntando a matar, trataría de seguirle el juego, ¿no quiero que me lastimen no?, le observaría de reojo, fingiría un miedo de la nada, hasta tartamudearía para generar la intimidación creada por aquel inesperado recolector amigo de lo ajeno.- Va... vale..., cu... cuidado... no... no dispare por favor, tenga... lléveselo todo, pero no dispare. -Casi como se lo esperaba, sus palabras convencerían al indeseable, dirigiría sin perder tiempo su diestra en el abrigo que portara y del mismo sucediera su billetera, el cual curiosamente poseía bordes acerados.- Tenga... es todo lo que tengo, no tengo más. -Terminaría por ofrecérsela, con algo de temor, después de todo su vida está en juego.-

Figura Misteriosa: -Lo ha logrado, no hay nadie quien pueda impedir esto, tomaría rápidamente la billetera de su joven objetivo, pensaría en dispararle, pero todo a resultado como él ha querido, además nadie se va a enterar de esto y no quiero que me condenen por homicidio calificado, se retiraría ya con el botín alejándose muy rápidamente de la vista de Sebasthian, esquivando obstáculos para poder disfrutar del cuantioso botín que obtuvo en su primera noche de cacería.-

Sebasthian D. Alex: -Una perturbable sonrisa se dibujaría en sus bermelejos labios, una mueca infame pareciera disfrutar, esperaría el momento indicado en que este sujeto pase... por... ¡Ahí!, la diestra sugeriría un movimiento oscilante, una cerca de metal lo suficientemente grande obedecería su voluntad atrapando al pobre incauto aplastándolo contra la pared, al parecer ha quedado inmovilizado, Sebasthian ya había cumplido el primer objetivo de su plan, se acercaría sin temor a éste, acomodando su abrigo y observarle en su posición de ventana para susurrarle.- Vaya miren lo que atrapé. -Terminaría su interrogación, ya se había percatado de la cantidad de herramientas que la gente desecha y ubicaría su atención a unos alambres, delgados y acerados alambres, que con solo el delicado movimiento de su índice lo haría danzar en el aire, cosa que perturbo al instante a aquel pobre enjaulado.- Huy... que tenemos aquí...

Figura Misteriosa: ¡¡Pero... ¿Qué di... diablos eres?!! ¡¡Suéltame bastardo!! -Era lo único que diría, trataría de ubicar su arma, pero la cerca acerada que lo aprisiona se lo dificultaría considerablemente, aún así es un hecho extraño, que no puede comprender, ¿que tramará?.-

Sebasthian D. Alex: Shhh... -Posicionaría su índice en sus labios propios, como quien diciéndole que guardara silencio, sus misterios azulados no dejarían de observarle, pero aquello sería más que una distracción, el alambre que controlaría con su mente se posicionaría con suma delicadeza cerca de los labios del inmovilizado, para proceder a introducirse en los mismos, como si le cociera la boca, con sumo cuidado y tacto, se escucharía un "¡¡¡Arrgghhh!!!" proveniente del incauto, pero lentamente se apagaría aquel quejido de desesperación y posible dolor.- Habláis mucho, nos pueden descubrir. -Terminaría por cocerle completamente la boca del individuo, ya se podrían observar las lágrimas que no tardarían en brotarle y las pequeñas hileras de sangre que teñirían la casaca de aquel sujeto, incluso los intentos por tratar de escapar del cruel castigo, el cual era víctima, a Sebasthian no le importaría el dolor que pudiera pasar aquel hombre, al contrario pareciera disfrutar como ese se retorciera en su jaula encantada.- No deberías robar, es malo. -Se levantaría sacudiendo sus ropas, al parecer ya es mucho sufrimiento causado, observaría la misma arma que fue utilizada en su contra en el primer intento, la tomaría con solo sus pensamientos, le apuntaría a la frente y dispararía, como quien jugando, detendría la bala casi al contacto con la frente de aquel ser, para sellar su acto en una carcajada.- ¡Jajaja!... huy... ha sido tu día de suerte. -Suspiraría por el agotador día que tuviera, la bala aún poseería la velocidad para perforarle el cráneo a aquel sujeto, más por lo irónico del carácter de Sebasthian, lo dejaría así, estático, se retiraría del lugar, algo contento, hasta inclusive al ver a un vagabundo le depositaria 5 Euros, perdería la concentración por la alegría conferida, la bala que en su tiempo estaría estática retomaría su destino perforándole el cráneo a aquel infeliz depositando su fuerza en la pared cercana a este, se ha cometido su primer acto de "justicia" quiero ser un buen Héroe.-

[Nota: Aún caminando por las calles]

por **Kota** Mar Abr 07, 2009 11:17 pm

La sombra seguía silenciosa a el "asaltante", manteniendo una rutina de varios días, pues el sujeto no se había atrevido a hacerlo con nadie. Cuando el "malo" estaba preparado, por fin se aventuró, nuestro héroe decidió seguirlo. Notaba cada movimiento, de la ahora "peculiar" pareja. El ambiente se desarrollaba con nerviosismo de todos, incluso del "mayor" (la sombra), pues estaba esperando el momento en el que "el asaltante" se retirara. Cuál fue su sorpresa cuando el tímido sujeto por fin actuó. El héroe contuvo sus ganas de atacar para así poder analizar la reacción siguiente. Aquello era inesperado cuando la "victima", la "oveja", se había convertido en depredador.
Con dicho "Don de Dios" había atrapado a el "maleante", vaya acto de su fuerza cuando el metal atrapo al ahora indefenso "maligno".
Los siguientes movimientos fueron realmente crueles, a los ojos de nuestra sombra, había llegado el momento de involucrarse. El tiempo se relentizo cuando el "rubio" disparó el revólver. Listo estaba nuestro "héroe" para acabar con el ahora rufián, cuando notó que no había porque, el mencionado asesinato no se había producido.
Pudo ver como el chico se alejaba y fue entonces cuando hizo acto de presencia, los movimientos de Lee eran bastante ágiles, demasiado precavidos para que el "malo" los pudiera percibir, además de que sus pies nunca tocaron el suelo.
Con la cara llena de horror, el ahora "encarcelado" pedía con gestos su liberación, obviamente Lee accedió y con su arma comenzó a cortar el fino metal que aprisionaba a el otro.
Por fin estaba libre, aun así la bala seguía puesta cerca de su cabeza. Lee le tomo la mano con intención de que se apartara pero en ese momento, la fría bala cruzo su ahora mojada frente... gracias a la transpiración, producida por el miedo... y mando el cuerpo a impacto contra la pared.
Lee contuvo el aliento. Contemplo con ojos fuera de órbita, el ahora cadáver recargado en la pared, de su frente una fila línea de sangre escurría hasta llegar al sucio suelo del callejón.
El "maestro" tomo su arma y entonces emprendió el camino que le llevaría al rubio. Comenzó a seguirle con pasos nada audibles para el "asesino" pues como antes sus pies no tocaban el suelo.

Preámbulo de una tarde en silencio.

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Re: Preámbulo de una tarde en silencio.