Casa de Hancock

Eran las diez de la noche. Hancock estaba acostado en su cama, una cama-litera de unos dos metros de alto. La litera de abajo era extraíble y siempre estaba guardada. Entre cama y cama habían cuatro cajones que ocupaban lo ancho de la cama.
Estaba en una habitación más bien grande, pintada de mitad para arriba de blanco y por abajo de rojo. En la mitad había una cenefa roja con letras chinas en negro. En la cabeza de la cama había una ventana de doble hoja con persianas. Al lado de la cama había un escritorio, una simple tabla agarrada a la pared con una mesa de noche debajo, una bandeja para CD's y un hueco en el que tenía la torre de un ordenador. Encima del escritorio tení la pantalla. Un teléfono, unas botellas de agua y una camiseta doblada es lo único que cubría el escritorio. Encima, unos estantes con una luz, varias figuras y unos cuantos libros junto con varias piedras semi-transparentes de varios colores los adornaban.

Hancock se incorporó, encendio una de las luces y se sentó sobre la cama. Subió la persiana y miró a través de la ventana. Le encantaba observar la luna y las estrellas. Curiosamente observaba esperando captar cualquier cosa, cualquier hecho algo fuera de lo normal que lo hiciera salir de la cama e ir a la calle. Estaba algo aburrido allí, solo.Solo. Hancock nunca quiso estar solo. Siempre quiso estar con algún amigo, o mejor, con alguna chica. Pero ha estado solo prácticamente toda su vida. Retazos de su pasado se le pasaron por su cabeza. Los ojos se le empaparon, y una lágrima quiso bajar por su mejillas. Pero no. Hancock no lloraría por quien no lo merecía. Agitó la cabeza y volvió a mirar las casas que se veían desde su ventana. Buscaba cualquier fallo para salir...

Cerca de alli unos niños jugaban a las escondidas, y a pocos metros venia un camion a toda velocidad, el conductor, aparentemente dormido, no sabia que estaba a punto de arroyar a una pequeña niña que solo buscaba un lugar para esconderse, todo esto en la calle de enfrente a un par de metros de alli, si alguien no hacia algo, esa niña moriria!

De repente la chica volvio con todos sus amigos
-Alli esta el es mi heroe! es un super heroe!! es increible! es un superheroe!-
Todos los niños coreaban para el, y lo vitoreaban, era dificil que los padres de la niña creyeran la historia, pero para los niños... ese dia Hancock fue mas que un heroe para ellos

Hancock, desconcertado por lo que había ocurrido, puesto que pensó que la niña se había asustado, cuando se quiso dar cuenta ya estaban los niños alrededor vitoreándole, por lo que él sonrió´.
-Je... No es para tanto niños...ala, ahora, para casa, o a seguir jugando, pero tengan más ojito ^^.

Los niños le hicieron caso a Su Heroe y todos miraron a ambos lado antes de cruzar y seguieron jugando, 22:15 de la noche Tendra tiempo Hancock para un ultimo acto heroico ?

Hancock obsevaba desde la ventana todavía a los niños jugando, temiendo por lo tarde que era. Pensaba en ir a decirles a los niños que volvieran ya a sus casas, pero pasó un kilo de ellos, seguía observándolos por si acaso, pero no pensaba en ir a llevarlos a sus casas como una niñera.

Muy cerca de donde los niños estaban jugando, en la casa de la chica de enfrente se veia un singular forcejeo, Hancock fue capaz de distinguir a un encapuchado tratando de violar a la joven, esta se resistia, pero no lograba escapar dada la corpulencia del hombre

El hombre saco un cuchillo y comenzo a amenazar a Hancock
-Quien eres? quien te crees... tu... vete o te mato! y ni se te ocurra llamar a los azules!-
El hombre estaba realmente agitado, con una mano sujetaba a la chica mientras con la otra amenzaba a Hancock con su cuchillo

-Entiendes español o que negro de mierda! vete o te apuñalo! dejame a esta nenaza para mi y danos algo de intimidad desgraciado!-
El hombre sudaba a chorros mientras su pulso temblaba haciendo que el cuchillo en su mano tambalee lentamente

OFF: si puedes puedes usar tu poder mas de una vez por esta vez